Archivo - Una familia de linces. | MITECO - Archivo

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Un total de doce crías de lince han salido adelante --de los 14 gestados-- en el Centro de Cría del Lince Ibérico de El Acebuche, en Doñana (Huelva) --gestionado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), que depende del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco)--, después de pasar por el periodo crítico tras su nacimiento, que suele darse entre los dos y los cuatro meses de vida, y en estos momentos se preparan para su liberación al medio natural.

Así lo han indicado a Europa Press desde el OAPN, desde donde han apuntado que, en total, son 17 los cachorros nacidos este año 2024 en los centros gestionados por el organismo, 13 hembras y cuatro machos. De este modo, 12 de ellos están alojados en el centro de cría de El Acebuche y cinco en el de Zarza de Granadilla (Cáceres).

Con ellos, ya son 292 ejemplares nacidos en los centros del OAPN que superan esta edad desde que en el año 2005 nacieran los primeros ejemplares en El Acebuche. Actualmente los 17 cachorros han comenzado el proceso de preparación para su futura liberación al medio natural una vez que el Grupo Asesor de Aspectos Genéticos y Demográficos del programa de cría seleccione los destinos «más adecuados» para cada uno de ellos.

La nueva temporada reproductora 2024 del lince ibérico arrancó en el centro de cría en cautividad de El Acebuche con el emparejamiento de siete animales en base al objetivo principal de gestionar adecuadamente la diversidad genética de esta especie amenazada. Así, de las siete parejas establecidas, entre el 28 de febrero y el 21 de enero habían entrado en celo y copulado seis de ellas.

De este modo, de las siete parejas establecidas, según las prioridades genéticas, se encontraban dos hembras que no habían criado previamente ninguna camada como son Sardina y Oleander y cuatro hembras experimentadas: Narsil, Kolia, Parra y Juromenha, y una hembra, Macadamia, que en la temporada de cría de 2023 se consiguió por primera vez su reproducción exitosa tras varios años de fracaso reproductivo.

Así, Juromenha fue la última hembra en tener a sus cachorros detrás de las camadas de Sardina --que tuvo tres, pero solo un cachorro sobrevivió--, Kolia --dos cachorros--, Narsil --tres cachorros-- y Parra --cuatro cachorros--, mientras que en el centro de Zarza de Granadilla nacieron cinco cachorros en dos camadas diferentes y todos han salido adelante.

En el centro de cría del lince ibérico de El Acebuche, situado en el Espacio Natural de Doñana, se inició a finales del año 2003 el Programa de Conservación Ex-situ del Lince Ibérico. Allí tuvo lugar en 2005 el primer nacimiento en cautividad de esta especie de felino en peligro de extinción.

Desde entonces, en cuanto a los nacimientos, las cifras han ido oscilando a lo largo de los años con tan solo dos en 2005, tres en 2006 y seis en 2017, con un repunte en 2008, 2011 y 2012, con 13 crías, y nuevas bajadas como en 2017 que, junto al 2006 fueron los años con menor número de cachorros --con cuatro y tres respectivamente--. De otro lado, los años con más nacimientos han sido 2015 (31), 2016 (27), 2018 (24) y 2021 (23).

En 2023 salieron adelante un total de 13 crías de lince --de las 17 gestadas-- en el Centro de Cría del Lince Ibérico de El Acebuche, seis más que en 2022 --salieron adelante siete--, y supone el dato más alto tras los años 2008 y 2011, cuando también salieron adelante 13 cachorros, según los datos publicados por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN).

La pasada temporada fueron 14 las parejas las que se seleccionaron para la cópula en los centros de El Acebuche y Zarza de Granadilla (Cáceres) y, entre ambos centros, salieron adelante un total de 20 cachorros de lince ibérico. El 71% de las hembras quedaron gestantes tras el celo y solo dos hembras, Nota en El Acebuche y Juno en Zarza de Granadilla, no gestaron ese año ninguna camada.

El lince y su reproducción

El lince ibérico es una especie semi-altricial y depende completamente de los cuidados maternales para poder sobrevivir durante sus primeras semanas de vida. La lactancia en esta especie se prolonga hasta los 65 días de edad, a partir de los cuales, los cachorros pasan alimentarse casi exclusivamente de la que es su presa principal: el conejo.

El lince ibérico es una especie «muy estacional» y «solo muestra un celo al año», que tiene lugar generalmente en las primeras semanas del invierno. A partir de ahí, y con una gestación de 63-66 días, se esperan que nazcan las diferentes camadas que continuarán contribuyendo a la recuperación de esta especie.

La función principal de los centros de cría de lince ibérico es llevar a cabo un buen manejo genético de la especie. Una tarea compleja dada la baja diversidad genética de este mamífero, que se encuentra entre las especies con menor nivel de diversidad del planeta. De ahí que los cruces entre ejemplares reproductores deban ser calculados previamente con el fin de contribuir a evitar problemas de endogamia en la población.