(I-D) El actor Ricardo Gómez, la guionista Isa Campo, la directora Icíar Bollaín, el actor Urko Olazabal y la actriz Mireia Oriol posan durante el photocall de la película ?Soy Nevenka?, en el Festival de Cine de San Sebastián | Unanue - Europa Press

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La cineasta Iciar Bollaín, que presenta este sábado su película 'Soy Nevenka' en la Sección Oficial del 72 Festival de San Sebastián, ha valorado la «respuesta mediática y en la calle» que han tenido acontecimientos de acoso recientes, pero ha considerado que «todavía ponemos el foco en la víctima, que hable, que denuncie».

A su juicio, «hay que empezar a cambiar el foco y a mirar hacia el agresor, y en nuestros entornos más cercanos aislarlos y sobre todo no ser cómplices con el silencio».

Bollaín, que ha comparecido en rueda de prensa junto a los actores Mireia Oriol y Urko Olazabal, los productores Koldo Zuazua y Juan Moreno, y la guionista Isa Campo, ha explicado que revisitó el caso de Nevenka Fernández, concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada (León), que sufrió acoso sexual y laboral por parte del alcalde de este municipio, Ismael Álvarez, hace 23 años, porque «la había vivido en su momento pero no la tenía tan fresca».

«Me pareció una grandísima historia para contar con una pertinencia también hoy. La distancia de estos 23 años nos permite también, no solamente traer el acoso que sufrió sino también plantearnos dónde estamos ahora», ha afirmado.

Así, tanto Bollaín como Isa Campo, debatieron sobre la pertiencia de revisitar esta historia y llegaron a la conclusión que «sí que se ha avanzado en temas de consentimiento, de sensibilidad, respecto al acoso, pero todavía había mecanismos sociales que perduran». A su juicio, esta historia es de «actualidad total, y se está viendo. De hecho, socialmente ahora mismo estamos viviendo un momento en el que eso está en primera línea».

La directora ha apuntado, además, que no han querido «hacer una imitación también por la propia Nevenka, creo que ella siempre ha dicho que su historia trasciende su propia historia y es una historia de muchas mujeres y de muchas personas que hayan podido vivir algo similar. Y yo creo que lo que más hemos trabajado no ha sido esa dualidad entre la Nevenka pre-acoso y la Nevenka post-acoso».

"dignidad"

Por su parte, Mireia Oriol ha destacado «el quebramiento de la identidad de una persona cuando sufre un proceso traumático tan constante y tan infernal». «Lo que yo he intentado hacer todo el rato es mantener ese sentido de dignidad, incluso diría yo de amor propio que siente Nevenka, el personaje, porque para llegar a denunciar es muy difícil y creo que tienes que creer mucho en eso. Tienes que tener mucha fe en ti misma para poder llegar a hacer algo así», ha aseverado.

Urko Olazabal, por su lado, ha señalado que lo más duro ha sido «el tener que recurrir a manuales de psicología, buscar cuáles son los patrones de maltratadores psicológicos, de abusadores, de acosadores, y al ver que eran patrones semejantes, pues con mi intuición y el gran guión, pues tirar para adelante con eso, y ponerse a jugar».

Iciar Bollaín, además, ha detallado que les interesaba ver «qué pasó realmente en ese momento y el quiebre entre el inicio del acoso y el juicio, todas las etapas por las que pasa una víctima, qué suponía enfrentarse a esa sociedad en ese momento y todo lo que pagó».

«La historia de Nevenka es la que es, pero puedes enfocarla desde un lugar o desde otro, pero queríamos contar el acoso. Podríamos haberle dedicado más tiempo al juicio o al proceso judicial pero nos parecía que había ahí un tema con el acoso que nos hace falta entender bien, es difícil entender a una víctima de acoso», han apuntado.

Campo y Bollaín desde el principio del guión decidieron «contarlo en detalle, entrar ahí y sufrirlo y que el espectador esté con ella y, por supuesto, salir. Creo que cuando ella sale y se encara, a mí esa rueda de prensa me parece épica, que fuera capaz de llegar hasta su ciudad y plantar cara al discurso oficial de este señor, que era todopoderoso en Ponferrada, me parece impresionante y poderla acompañar en ese viaje hacia la dignidad otra vez, me parecía que es lo que la ficción te da, te da esa épica, y eso fue lo que intentamos».

Ambas han considerado que, respecto al acoso, «en el ámbito íntimo, en el semipúblico incluso, hay todavía muchísimo trabajo por hacer». En ese sentido, Bollaín ha incidido además en la necesidad de que cambie «el silencio cómplice», aunque se ha mostrado convencida de que «ha cambiado la respuesta social».

Para Mireia Oriol, películas como 'Soy Nevenka' «no son solo para las personas que han sido víctimas de acoso que se sientan identificadas porque nosotras ya hablamos, ya entre nosotras hablamos y nos entendemos». Creo que es una película también para gente que de verdad tiene que cuestionarse esto y preguntarse no si él es acosador o acosadora, preguntarse si él es amigo o amiga de un acosador", ha expresado.

Finalmente, Iciar Bollaín ha remarcado que la violencia machista es «un tema muy duro, muy real, se cobra vidas cada semana», y ha apuntado que cuando ve «que se politiza o que se usa para generar titulares o para generar controversia», le parece «lamentable».

«Es un tema muy serio y está en juego la vida de muchas personas, la infancia de muchos niños, la salud mental y física de muchas mujeres», ha subrayado, al tiempo ha apelado a «aunar esfuerzos, igual que se ha aunado en otros temas, que es un tema de Estado y de vidas humanas, y dejarse de jugar políticamente con ello».