Presentación del informe sobre Inmigración en Aragón, en la Cámara de Comercio de Zaragoza. | Europa Press

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El fenómeno de la inmigración ha jugado un papel «clave» en la evolución demográfica de Aragón y ha hecho posible su expansión económica. De hecho, la población extranjera sostiene el mercado laboral y contribuye «significativamente» al sistema de pensiones y a la recaudación fiscal, aportando un superávit de 500 millones al saldo fiscal neto en 2023.

Así lo recoge un informe sobre Inmigración en Aragón, presentado este martes por la Fundación Basilio Paraíso en Zaragoza y elaborado en colaboración con el instituto universitario ESI, que lidera el profesor Marcos Sanso.

Desde el año 2002 la población de Aragón ha crecido un 10,3 por ciento. La inmigración es el principal motor de ese incremento, con un aumento del 411 por ciento, compensando así la disminución del 5 por ciento de la nativa en la comunidad autónoma desde 2015.

En la actualidad, los inmigrantes representan el 17,4 por ciento de la población, frente al 3,8 por ciento de 2002. De cara al futuro, se prevé que este colectivo represente el 30 por ciento de los habitantes de Aragón en 2039, hasta alcanzar los 403.523 para una población estimada de casi 1,5 millones.

El presidente de la Fundación Basilio Paraíso y de la Cámara de Comercio de Zaragoza, Jorge Villarroya, ha precisado que este dato es relativo a la inmigración regular, para añadir que las cifras oficiales de la irregular en la actualidad se aproximan al 12 por ciento.

Villarroya ha señalado que Aragón se encuentra «un poco por encima» del número de inmigrantes sobre la población actual, con un 15,8 por ciento frente al 14,3 por ciento de la media de España. Esta realidad hace que las personas extranjeras sean «fundamentales» para cubrir vacantes en sectores como la agricultura, el empleo doméstico, el comercio y la hostelería.

Además, el estudio expuesto subraya la «gran capacidad de integración» de los inmigrantes, tanto con como sin doble nacionalidad, especialmente en sectores con alta demanda de mano de obra. La mayoría de los extranjeros de doble nacionalidad, ha apostillado Villarroya, proceden de países latinoamericanos y «son lo que mejor se ajustan a las necesidades del mercado laboral».

Impacto en la economía

La población activa de doble nacionalidad en Aragón ha crecido un 56 por ciento desde el cuarto trimestre de 2019 al cuarto trimestre de 2023 y la global ha aumentado un 2,9 por ciento, algo que para Marcos Sanso es «un dato sorprendente» que se añade al incremento del 72 por ciento en el empleo regional. Por el contrario, ha incidido en que la tasa de empleo entre los inmigrantes sin doble nacionalidad cae en la provincia de Zaragoza.

En este sentido, Sanso ha diferenciado por provincias y ha afirmado que «no existe simetría», dado que en la de Zaragoza atrae al grueso de inmigrantes de doble nacionalidad, mientras que los de una sola nacionalidad se localizan, sobre todo, en Huesca y Teruel «porque se ajustan más al mundo rural».

La población extranjera ha generado un impacto positivo en la economía y las finanzas públicas de Aragón. En su mayoría, presentan un perfil de joven en edad laboral, de forma que contribuyen «significativamente» al sistema de pensiones y a la recaudación fiscal.

«La inmigración viene realmente a trabajar y »no con mochilas«, ha puntualizado Villarroya, quien ha recalcado su aportación a las arcas y al desarrollo y evolución de la economía regional. Ha detallado que Aragón »sigue siendo un territorio muy atractivo para el talento", argumentando que llegan muchos inmigrantes, por encima de la media nacional.

Igualmente, «vienen más españoles de los que salen», lo que se traduce en un saldo positivo --pese a los 18.000 aragoneses que salen cada año de la comunidad autónoma--. Sanso ha comentado que la población autóctona de las tres provincias aragonesas está disminuyendo desde el fin de la pandemia sanitaria, lo que, a su juicio, «ensancha la brecha entre la población total y la autóctona», que ha llegado a su valor máximo en 2023.

No obstante, ha advertido que la llegada de extranjeros a la comunidad autónoma está supeditada a la coyuntura económica de Aragón: «Si es negativa, la inmigración neta se para, es decir, e incluso se marchan», ha agregado Sanso.

Este estudio también estima que cada 1 por ciento de crecimiento de la población inmigrante sobre la población total de Aragón supondrá un incremento del 0'86 por ciento en gasto en educación, un 1 por ciento en desempleo y un 0,12 por ciento en sanidad. En 2023 el gasto social dirigido a inmigrantes en Aragón representa un 2,10 por ciento del total sanitario en la región; el 12,87 por ciento en educación; y un 17,5 por ciento en desempleo.

Respecto al saldo fiscal neto a corto plazo, el de los inmigrantes se aproxima a los 2.000 euros de los extranjeros de la UE y de 1.500 euros el de los extranjeros fuera de la Unión Europea, por lo que el valor total del superávit debido a los extranjeros sería en 2023 de unos 500 millones de euros.

Dimensión social y cultural

Por otro lado, el informe indica que la integración de los inmigrantes es «compleja» debido a su interacción con múltiples dimensiones de la realidad social. En lo referente a la sanidad, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2023, el 74,36 por ciento de los españoles considera su salud buena o muy buena, frente al 73,23 por ciento de los inmigrantes procedentes de fuera de la UE, lo que refleja una atención sanitaria equitativa.

En materia de emprendimiento, el 8,47 por ciento de los inmigrantes con doble nacionalidad y el 7,92 por ciento de los inmigrantes sin doble nacionalidad son empresarios con asalariados. Estas cifras son inferiores a las de los nativos --15,02 por ciento--.

La interacción social de los inmigrantes es «considerable», aunque las restricciones económicas suponen una «barrera importante» que limita su capacidad para participar en actividades de ocio con la misma frecuencia que los nativos, pese a que no se percibe una gran discriminación en términos salariales.

En este sentido, los inmigrantes de fuera de la UE ganan un 13,27 por ciento menos que los españoles. Así, «mientras que los inmigrantes en Aragón tienen acceso a servicios públicos esenciales y progresan en áreas como el emprendimiento, aún enfrentan desafíos importantes de integración social o acceso a la vivienda», apunta el informe.

La vivienda, «una de las principales deficiencias, especialmente en las zonas que ayudan a combatir la despoblación», abre una brecha entre los inmigrantes de fuera de la UE, que encuentran mayores dificultades para acceder a una vivienda adecuada y enfrentan el hacinamiento como un problema, con situaciones de vivienda inadecuada.

Desafíos y propuestas de mejora

El informe sobre Inmigración en Aragón insiste en la necesidad de mejorar las políticas de integración para gestionar adecuadamente el creciente número de inmigrantes en la región. Por ello, se propone impulsar medidas que favorezcan la inclusión social y económica de los inmigrantes, como el fomento de la formación y la creación de redes de apoyo para su inserción laboral.

Se aboga por una mayor coordinación entre las administraciones locales y nacionales para gestionar los flujos migratorios de manera eficiente y sostenible. «Deberíamos anticiparnos a las previsiones de fuerte incremento de la inmigración para los próximos años, no solo con el volumen, sino aprendiendo de sus características culturales», ha recomendado el presidente de la Cámara de Zaragoza.

Por último, Villarroya ha emplazado a todos los agentes socioeconómicos «a trabajar de manera conjunta para asegurar una integración exitosa que beneficie tanto a los inmigrantes como a la sociedad aragonesa en su conjunto y para sensibilizar, porque hay que acostumbrarsea ver inmigrantes en nuestra comunidad autónoma».