El director ejecutivo de Circular Bio-based Europe Joint Undertaking (CBE JU), Nicoló Giacomuzzi; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca y el CEO de Urbaser, Fernando Abril-Martorell, inauguran la primera biorrefinería urbana industrial de Europa. | Marcos Cebrián - Europa Press

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La primera biorrefinería urbana de Europa se ha puesto en marcha este miércoles en Zaragoza, tras una inversión de 23 millones de euros en los últimos tres años para su construcción. Esta nueva instalación podrá gestionar entre 10.000 y 15.000 toneladas de residuos domésticos anuales y se enmarca en el proyecto 'Circular Biocarbon', financiado por Biobased Industries Joint Undertaking, en el marco del programa de la Unión Europea Horizonte 2020.

Urbaser es la compañía que coordina el consorcio integrado por 11 entidades, que ha invertido 23 millones de euros en el desarrollo del proyecto dirigido a valorizar la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos conjuntamente con lodos de depuración de aguas residuales, convirtiéndolos en nuevos productos.

Así, la biorrefinería desarrollará como productos finales el recubrimiento de productos de consumo directo, así como el de piezas mecánicas móviles y el de herramientas de moldeo de plástico, bolsas de basura compostables, dispositivos verdes a base de grafeno, mantillos biodegradables para suelos, abono organomineral sólido con propiedades bioestimulantes y bioestimulante líquido de base biológica. Estos productos se utilizarán tanto por la industria como por los consumidores finales.

La biorrefinería 'Circular Biocarbon' es un modelo único en el que las líneas de proceso se implementan en dos ubicaciones diferentes, en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR) 'López Soriano' de Zaragoza y en Sesto San Giovanni (Italia), por razones logísticas, de cliente y de mercado, aunque en el futuro se espera integrarlo todo en una única planta.

Para el avance de este proyecto, han insistido desde Urbaser, es «clave» que los ciudadanos separen los residuos orgánicos correctamente. El objetivo de tratar hasta 15.000 toneladas anuales se alcanzará de forma «gradual», han contado desde la compañía que gestiona la biorrefinería.

Por el momento, el enfoque 'multisitio' permite poner a prueba el trabajo de esta instalación frente a diferentes tipos de sistemas de gestión de residuos, ecosistemas y prácticas industriales existentes, impulsando su potencial de replicabilidad en toda Europa.

La iniciativa se sitúa en el contexto del Plan de Acción para la Economía Circular, adoptado por la Unión Europea en 2020, que pretende ayudar a las ciudades a encontrar nuevas formas de valorizar los flujos de residuos de alta calidad para su reutilización, reprocesado y reciclado.

Los residuos biodegradables, en particular, son una fuente clave de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de los vertederos, que corresponden aproximadamente al 3 por ciento de las emisiones totales de GEI de la UE.

Beneficios medioambientales y económicos

Con motivo de la inauguración de la biorrefinería, el Ayuntamiento de Zaragoza y Urbaser han recibido a los socios del proyecto 'Circular Biocarbon', junto con las partes interesadas europeas relevantes de la industria, la política y el mundo académico, en sus instalaciones del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza y el Centro de Innovación 'Alfonso Maíllo', donde se ubica la biorrefinería.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha celebrado que la capital aragonesa «vuelve a convertirse, una vez más, en referente en economía circular» y lidera la transformación de las ciudades del siglo XXI en Europa. Ha agradecido a Urbaser y al resto de empresas su participación en el proyecto, porque «sin ninguna duda, va a convertirse en un ejemplo a imitar en España y Europa».

Entre las ventajas que tendrá este proyecto para los zaragozanos, la alcaldesa de la ciudad ha subrayado los «medioambientales y económicos», porque «se van a reducir los residuos que van a vertedero --gravados por un impuesto--», por lo tanto, redundará en la economía.

«Zaragoza obtendrá un beneficio reputacional muy importante y demuestra que seguir apostando por la economía verde se consigue generar empleo y riqueza, además de dar pasos de gigante en la configuración de ciudades sostenibles y saludables», ha asegurado Natalia Chueca.

Ha recalcado que la ciudad es un «referente» en movilidad sostenible y en reverdecimiento urbano con proyectos como el Bosque de los Zaragozanos y el río Huerva, además de en economía circular, superando la tasa de reciclaje nacional. «Ahora también somos un referente en nuevas tecnologías destinadas a reconvertir los residuos», ha apostillado.

Chueca ha destacado las «ventajas competitivas» de la capital aragonesa, «que nos hacen ser una ubicación perfecta y talento para desarrollar la economía circular», acoger plantas --industriales-- y distintas inversiones«. Ha agregado que »el viento y el sol, sumados a los residuos, se convierten en energía útil para reducir los costes en los procesos productivos".

Asimismo, esta nueva biorrefinería, propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza y gestionada por Urbaser, permitirá a la capital aragonesa dar un paso más en el desarrollo de procesos tradicionales de tratamiento de residuos producidos en la ciudad aragonesa y sus alrededores, como los lodos de las depuradoras municipales y residuos orgánicos, convirtiéndolos en productos finales de alto valor añadido basados en materiales de base biológica, materias primas locales sostenibles y procesos de producción circular.

Con especial atención a la recogida selectiva, también se espera que la biorrefinería aporte beneficios medioambientales y económicos a la ciudad y a la región, reduciendo los residuos que acaban en los vertederos.

Bioeconomía más circular

«La puesta en marcha de la biorrefinería en Zaragoza es un hito importante para 'Circular Biocarbon' y también para Urbaser, por su contribución a una bioeconomía más circular», ha señalado el CEO de Urbaser, Fernando Abril-Martorell.

Además, ha explicando que la nueva instalación «hace uso de un modelo circular en el que la innovación es protagonista, pasando de la gestión de residuos y aguas residuales a la producción de materiales, apoyando así a las industrias en su transición basada en la biotecnología».

El proceso también ayudará a la producción de productos finales comercializables, reduciendo la dependencia de las industrias de los recursos no renovables, ha precisado Abril-Martorell, para agregar que esta biorefinería «es un modelo único» que otorga a Zaragoza «un avance en los procesos tradicionales de tratamiento de residuos producidos en la ciudad y en sus alrededores, aportando beneficios medioambientales y económicos a esta región y reduciendo los residuos que acaban en vertederos».

Por su parte, el director ejecutivo de la CBE JU, Nicoló Giacomuzzi-Moore, ha indicado que la biorrefinería de Zaragoza es una «instalación revolucionaria que convierte los residuos en bioproductos de alto valor, estableciendo un nuevo estándar europeo de circularidad», a la vez que creará puestos de trabajo locales e impulsará el crecimiento ecológico y ahorrará recursos regionales.