En rueda de prensa tras la Junta, el alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha señalado que, sometido el expediente al trámite de información pública se han presentado, dentro del plazo establecido, diversas alegaciones.
«En total, durante la fase de exposición pública se recibieron siete aportaciones con 41 alegaciones concretas, que una vez analizadas las alegaciones se ha decidido desestimar 36, estimar tres y estimar parcialmente dos de ellas», ha afirmado.
Según ha detallado, de las estimadas, algunas son referentes a la redacción de alguno de los párrafos, así como la inclusión de «trabajos de fisioterapia» entre los servicios de interés general que podrán solicitar autorización en la primera fase de implantación, entre otras.
Goia ha apuntado que, una vez que entre en vigor la ordenanza, el Ayuntamiento «dará un mes para que la ciudadanía pueda familiarizarse con la nueva regulación y para que aquellas personas que no cuenten con autorización directa puedan tramitar la autorización correspondiente».
De este modo, «será en enero cuando las cámaras de control de acceso se pondrán en marcha y todas las personas que incumplan la normativa a lo largo de los meses de enero y febrero recibirán una notificación informativa para que conozcan que han cometido una infracción». «A partir del mes de marzo se comenzará a sancionar a aquellos vehículos que no cumplan con la ordenanza», ha añadido.
Además, a partir de noviembre el Ayuntamiento habilitará un punto de información a la ciudadanía en las oficinas de Udalinfo en la plaza Arroka, así como una página web, con el objetivo de «informar a la ciudadanía lo mejor posible de lo que supone esta implantación y en qué le afecta».
Goia ha defendido que su Gobierno municipal ha opado por implantar una ZBE «blanda» hasta 2028, porque el número de vehículos que carecen de etiqueta para acceder «es bastante bajo».
«Creemos que es mejor que lo hagamos de forma paulatina, también teniendo en cuenta cuál es el parque automovilístico que tiene la ciudad» y que «hay mucha gente que no cambia de coche, no por gusto» y, a su juicio, «es algo que hay que tener en cuenta». «Nos corresponde ser prudentes a la hora de adoptar este tipo de medidas», ha subrayado.
Marquesina bretxa
Por otro lado, la Junta de Gobierno Local ha aprobado la segunda fase del proyecto de ejecución de la marquesina de la Bretxa, que cuenta con un presupuesto de 494.621 euros, así como ordenar la ejecución de las obras de la marquesina a la sociedad Fomento de San Sebastián S.A.
También se ha dado luz verde al expediente de contratación de las obras correspondientes al proyecto de sustitución de la barandilla del Paseo de Salamanca, con un presupuesto de licitación de 998.240 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Se repondrán los 200 metros de barandilla correspondientes al tramo del Paseo de Salamanca, situado entre el puente del Kursaal y el petril de piedra que da acceso al Paso Nuevo, que está «totalmente roñada».
Además de la reposición de la barandilla, «los trabajos implican la regeneración del bota olas, la reposición las farolas que ocupan el mismo tramo, el anclaje de los machones a la solera de la acera, la nueva canalización del alumbrado, y la renovación de la baldosa», ha detallado.
Al igual que la de La Concha, esta barandilla histórica es un elemento protegido en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (PEPPUC). Así, el proceso de restauración al que se verá sometida es muy parecido al que se ha llevado a cabo con los diferentes tramos originales de la barandilla La Concha.
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