El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes inicialmente la propuesta de Ordenanzas Fiscales 2025 del gobierno de Jaume Collboni, con el apoyo del gobierno municipal (PSC), BComú y ERC, y los votos en contra de Junts, PP y Vox.
Dos días después de su publicación en el Butlletí Oficial de la Província, se abrirá la exposición pública, que durará 30 días hábiles, durante los que los grupos municipales pueden presentar alegaciones y, en este caso, las ordenanzas se someterán a aprobación definitiva en el pleno de diciembre, con la previsión de que entren en vigor el 1 de enero de 2025.
El alcalde, Jaume Collboni, ha afirmado que las ordenanzas tienen como objetivo garantizar la calidad de los servicios públicos de la ciudad y ha valorado que «congelan los impuestos» a familias, pymes y autónomos y los suben al sector turístico.
Asimismo, ha agradecido a BComú y ERC su apoyo a las ordenanzas y se comprometido a estudiar las alegaciones «vengan de donde vengan».
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha dicho que las ordenanzas tienen el objetivo de no incrementar la presión impositiva de la ciudadanía, seguir utilizando la fiscalidad turística como herramienta para gestionar el turismo y adaptar la fiscalidad ambiental.
En este sentido, la propuesta de Ordenanzas Fiscales 2025 propone aumentar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a hoteles de lujo y terminales de cruceros, así como una nueva tasa obligatoria para autocares turísticos en la Zona Bus 4.0 y un incremento de la tasa de residuos, entre otras cuestiones.
Bcomú y erc
La portavoz de BComú, Janet Sanz, ha asegurado que utilizarán toda su fuerza, textualmente, para «corregir la deriva elitista alejada de los barrios» del gobierno de Jaume Collboni, por lo que presentarán alegaciones para limitar los alquileres de temporada, reducir las terminales de cruceros, congelar las tarifas del transporte público y modificar la ordenanza de terrazas.
El portavoz de ERC, Jordi Castellana, ha señalado que «hace falta financiar adecuadamente los servicios públicos» y ha abogado por aumentar el impuesto turístico de 4 a 8 euros y aumentar la bonificación para los vecinos que reciclan con el 'puerta a puerta'.
Junts, pp y vox
El concejal de Junts, Ramon Tremosa, ha criticado que Collboni «priorice el pacto con Comuns» y ha dicho que el gobierno municipal sigue con el piloto automático de la presión fiscal creciente.
Por su parte, la concejal del PP, Àngels Esteller, ha justificado el voto en contra de su grupo a las ordenanzas fiscales «porque consolidan Barcelona como la ciudad con los impuestos más altos de España» y ha asegurado que el aumento de la recaudación no se traduce, a su juicio, en una mejora de la calidad de vida de las personas.
Según el portavoz de Vox, Gonzalo de Oro, «año tras año se aumenta de forma progresiva todo tipo de tributo» municipal y ha criticado que el gobierno de Collboni incrementa el impuesto de bienes inmuebles y la tasa de residuos y no propone beneficios fiscales a las familias, en sus palabras.
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