«Lo que se decidió hacer dos años y medio, ya casi tres, es poner un proyecto sólido encima de la mesa, a construir paso a paso, con cimientos claros, un equipo identificable de gente que entienda Madrid, que trabaje en Madrid, que se visite hasta el último barrio», ha reivindicado Lobato en una entrevista con 'Onda Cero', recogida por Europa Press.
Este fin de semana 'elDiario.es' señalaba a López como la apuesta de Ferraz para disputarle el liderazgo a Lobato en Madrid. Desde hace meses hay mar de fondo en la federación madrileña con los críticos con el actual secretario general pidiendo un relevo. Se ponía también en el foco esta posibilidad tras conocerse la preocupación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la diferencia en Madrid entre el PP y el PSOE en las elecciones europeas de junio.
Frente a ello, Juan Lobato ha sacado pecho, como ha hecho desde la primera crítica del alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, en verano, de su gestión al frente del partido con una «decisión estratégica, con un paso al frente» para un proyecto sólido en Madrid frente a las «ocurrencias de un gran mirlo blanco» que venga a «solucionar los problemas».
«Yo, desde que entré de secretario general, hay tantas cosas que se van publicando que esto parece el día de la marmota en el PSOE de Madrid, ¿no? Llevamos 20, 30 años igual», ha añadido Juan Lobato, quien ha insistido en que aún queda tiempo hasta el 7 de diciembre, cuando se confirman las candidaturas a dirigir el PSOE-M.
Preguntado por si se considera el candidato de la militancia frente al del aparato, Juan Lobato ha recordado que lleva «desde enero» haciendo visitar «en todos los territorios de Madrid» y ha remarcado que no se trata solo de él haciendo una pregunta en Pleno a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, sino que hay «mucha gente detrás que han dado la cara en los municipios explicando por qué tras 30 años hace falta una alternativa».
Defensa del proyecto
Cuestionada por este asunto, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, defendía este domingo que «no toca hablar de liderazgos» del PSOE-M, al tiempo que pedía centrarse en el 41 Congreso Federal que se celebrará en diciembre, e insistía en la importancia del programa político de la formación que saldrá de este proceso por encima de los liderazgos: «De esto es de lo que tenemos que hablar los socialistas en Madrid, de cómo tener el mejor proyecto para podernos presentar en las elecciones nacionales, autonómicas y locales», dijo.
Este fin de semana también se expresaban tras el nombre de López otros cargos socialistas. Era el caso del alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, en redes sociales donde remarcaba que «para liderar un proyecto creíble es importante conocer el territorio, pero sobre todo a la ciudadanía».
«¿Y si probamos a consolidar un liderazgo y un proyecto?, igual acertamos, porque cambiar de liderazgo y proyecto cada cuatro años, ya sabemos que conduce al fracaso», lanzaba.
En ese mismo sentido se expresó la diputada autonómica y exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, quien cree que el PSOE debería «confiar más en su organización territorial» porque los «dedazos en Madrid» les han «catapultado al desastre». «Es de torpes no aprender, de tontos creer saberlo todo», zanjaba.
Almeida le manda "aliento" a lobato
Este mismo fin de semana, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ironizaba mandándole un «mensaje de cariño y aliento» a Lobato porque «no es fácil hacer el ridículo que hizo el otro día con Begoña Gómez, diciendo lo solvente que había estado cuando no dijo una sola palabra» para luego enterarse de que «Óscar López es su relevo». «La política es cruel y la política es difícil. Pero ni siquiera Juan Lobato se merece tanta crueldad», planteaba.
Asimismo, señalaba al ministro de Transformación Digital y de la Función Pública como un valor para garantizar al PP continuar ganando las elecciones autonómicas y municipales, al representar «la peor versión del Gobierno Frankenstein» y por ser la «mano derecha» de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien «no quería ver ni en pintura a Pedro Sánchez por Ferraz». «Así que, Óscar, bienvenido a Madrid», zanjaba.
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