La brecha salarial entre hombres y mujeres de la Comunidad de Madrid en 2023 se situó en el 22,96%, casi un punto menos con respecto al año anterior (23,94%), con 7.948 euros menos de diferencia, según los datos recogidos por UGT en base a las cifras ofrecidas por la Agencia Tributaria.
Es la principal conclusión del 'Informe de Brecha Salarial' que ha presentado este miércoles la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas Moya, con la secretaria de Igualdad, Sonia Álvarez. En concreto, el salario medio anual de los hombres fue de 34.621 euros frente a los 26.673 de las mujeres.
La región lidera un año más el ranking nacional, junto con Asturias (22,91%), Aragón (21,39%) y Cantabria (+21,13%). Melilla (12,18%), Canarias (9,78%) y Baleares (14,01%) registraron las menores diferencias en el salario.
El sindicato alerta que las personas con los salarios más bajos son en su mayoría mujeres y que se concentran predominantemente en los tramos salariales cercanos al salario mínimo interprofesional (SMI), incluso por debajo de este ya que «muchas de ellas no tienen empleo durante todo el año o trabajan a tiempo parcial».
Así, en la Comunidad de Madrid, el 55,4% de las personas que perciben ingresos por debajo del SMI son mujeres frente a un 44,6% de hombres (559.905 mujeres y 450.953 hombres). Sin embargo, esta tendencia se invierte conforme se asciende en la escala salarial. En el tramo salarial más alto, destaca que el 76,4% de las personas que cobran más de 10 veces el SMI son hombres frente a un 23,6% de mujeres (27.342 y 8.445 respectivamente).
Por otro lado, recalca «el punto de inflexión» en la reducción de la brecha salarial de género, observada en los últimos años, que coincide con el aumento del salario mínimo interprofesional. Este incremento ha tenido un impacto directo en la masa salarial de numerosas mujeres, quienes tradicionalmente han ocupado puestos de trabajo con menor remuneración.
«La brecha salarial no es justa ni moral, necesitamos una sociedad más equitativa. También nos preocupa la menor presentación de las mujeres en el mercado laboral. Esta situación nos compete a todos, no solo a las mujeres», ha defendido Huertas Moya.
Sectores feminizados
UGT Madrid advierte que la segregación ocupacional «se convierte en una segregación salarial». En este punto, señala que Servicios Sociales es el sector que emplea al mayor número de mujeres en toda la comunidad de Madrid. En él trabajan 462.936 mujeres (65%) frente a 249.495 hombres (35%). Además, Servicios a las empresas es el segundo sector más feminizado con un 52,2% de mujeres empleadas.
«Los sectores feminizados, a pesar de su importancia social, como la educación, la sanidad, los servicios sociales o de cuidados, desarrollan actividades infravaloradas socialmente, lo que conlleva salarios más bajos para las trabajadoras. Esto responde a una infravaloración histórica del trabajo realizado mayoritariamente por mujeres, perpetuando estereotipos y roles de género y manteniendo las desigualdades estructurales existentes», afirma el sindicato.
Por ejemplo, Servicios a las empresas presenta una brecha de un 30,30% y Otros servicios personales y de ocio registra un 29,92%, Comercio, reparaciones y transporte alcanza el 22,9% y Servicios sociales anota un 21,5%. UGT advierte que son sectores que «presentan una elevada brecha porque concentran a las mujeres en los puestos peor remunerados, con empleos precarizados, a tiempo parcial y con una importante segregación vertical».
Causas de la brecha salarial
Frente a 910.400 hombres inactivos existen 1.292.800 mujeres inactivas. Entre las razones sobre la inactividad de las mujeres, el sindicato señala que la causa principal es que las mujeres es porque «siguen asumiendo una mayor carga en el cuidado de hijos y familiares dependientes». En concreto, el 30% de las mujeres inactivas es por dedicación a las labores del hogar, mientras que en el caso de los hombres este porcentaje es de un 5%.
Otro de los motivos es el originado por estar cobrando una pensión distinta de la jubilación. Solo el 3% de los hombres inactivos alegan estar cobrando este tipo de pensión frente a un 13% de las mujeres. UGT recalca que «son muchas las mujeres que no alcanzan los periodos mínimos de cotización y, por tanto, no pueden acceder a la pensión de jubilación».
Asimismo, la temporalidad afecta en mayor medida a las mujeres. El 14% de las mujeres asalariadas de la Comunidad de Madrid tiene un contrato temporal, frente al 10,3% de los hombres, aunque el sindicato destaca «la influencia de la reforma laboral en la reducción de la temporalidad».
Por otro lado, advierte que «el desigual uso que hacen mujeres y hombres de las medidas de conciliación tiene una repercusión directa en la brecha salarial». Por ejemplo, en las excedencias por cuidado de hijo, menor acogido o familiar, el número de excedencias dadas de alta en la Comunidad de Madrid en 2024 fue de 10.747, 8.879 correspondieron a mujeres (83%) y 1.868 (17%) fueron solicitadas por hombres.
Propuestas
Ante estos datos, la secretaria de Igualdad ha exigido a las empresas el cumplimiento de los decretos con medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación; los planes de igualdad; y de igualdad retributiva entre mujeres y hombres.
Además, propone establecer recursos que permita a los sindicatos negociar los planes de igualdad en todas aquellas entidades que están obligadas y no cuentan con Representación Legal de las Personas Trabajadoras (RLPT).
Álvarez ha solicitado una Ley de Igualdad Retributiva de la Comunidad de Madrid para «dar cumplimiento al artículo 28 del Estatuto de los Trabajadores y Trabajadoras, Igualdad de remuneración por razón de sexo, dotando de los mecanismos necesarios para garantizar una tutela efectiva contra la discriminación salarial».
Por otra parte, ha reclamado crear un Observatorio Regional de Igualdad Salarial para analizar y evaluar toda la información recopilada por las empresas en materia retributiva e implantar 'Agentes de Igualdad' que puedan impulsar y desarrollar las medidas a las que están obligadas las empresas en materia de igualdad.
Finalmente, ha planteado continuar con el incremento del SMI, ya que «las mayores beneficiadas son las mujeres», así como apostar por una jornada laboral de 32 horas porque «ayudan a la corresponsabilidad» y producen «una mejora de la calidad de vida de los trabajadores».
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