Según el Grup per l'Estudi de les Fortificacions Balears (GEFB), el
'Fortí d'es Cap d'Enderrocat', un edificio militar construido en
1899, se encuentra en un lamentable estado de deterioro y es objeto
de «vandalismo organizado». Los estudiosos del GEFB piden la
protección de esta construcción y proponen su conversión en lugar
de ocio.
Según un estudio aportado por este grupo de 'vigilantes' del
mantenimiento de las fortificaciones, el edificio está ubicado en
terrenos pertenecientes al municipio de Llucmajor y no figura
inventariado ni catalogado como Bien de Interés Cultural ni tampoco
aparece en el Inventario del Patrimonio Cultural Europeo. «Su
situación actual nos consta como desafectado al ejército, pero
jurisdicción del servicio de infraestructura del Ministerio de
Defensa. Su estado es de completo abandono, habiendo entrado en una
fase de ruina progresiva», comenta Àngel Aparicio, presidente del
GEFB.
Este fuerte fue visitado por el rey Alfonso XIII el 22 de abril
de 1904 y, a principios de 1907, se mandó construir una batería con
el nombre del monarca. «Perdida con el paso del tiempo su función
estratégica, su utilización se limita meramente a funciones
tácticas y, desde hace ya más de dos décadas, está totalmente
inoperativo», apunta Aparicio, quien hace alusión al «caso de la
Torre d'en Pau, cuyo estado de degradación era tal que su
recuperación, tras muchos esfuerzos, resultó difícil, lenta,
laboriosa y costosa, paradigma de la situación por la que atraviesa
'es Fortí d'es Cap d'Enderrocat' como se le conoce comunmente.
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