Figuras humanas para la pintura en movimiento de Julien Meunié

Medio centenar de telas, en las que el artista trabaja los temas mitológicos, los paisajes marinos y la relación de pareja, integra «De cel i de terres», una muestra dominada por una obra central: «Barroco». «De alguna manera, el barroco existe en todas las épocas y en todos los estilos. Mi pintura viene del mundo del abstracto y está llena de movimiento. Es esa transformación del amarillo en dorado lo que la conduce al barroco», explica Meunié, quien añade su interés por la relación entre el significado y la forma: «La significación se ha ido incorporando a mis cuadros poco a poco. Sin darme cuenta, en cada obra estaba insinuando algo, y el conjunto que se formula responde a mi visión del mundo».

El cuerpo humano centra la obra más reciente de este pintor y bailarín, afincado desde hace años en Santanyí. «Todo gira entorno al desarrollo cronológico de la figura humana, a las diferentes épocas por las que ha pasado mi percepción de la humanidad, y en particular a figuras básicas extraídas de las mitologías germánica, nórdica y griega», como Fausto, Sísifo o Ulises, afirma.