Un bodegón de Paul Cézanne y un paisaje de George Seurat de la
famosa colección «Whitney» lograron ayer un récord al ser vendidos
en subasta en Nueva York, donde alcanzaron un precio total de
14.250 millones de pesetas.
Un comprador cuya identidad no ha sido revelada pujó hasta los
8.250 millones de pesetas para obtener «Rideau, cruchon y
compotier», un extraordinario ejemplo de los bodegones que Cézanne
pintó en su madurez y cuyo precio, incluida la comisión de la firma
Sotheby's, encargada de la subasta, fue de 9.075 millones de
pesetas. Otro coleccionista llegó hasta los 4.800 millones de
pesetas (5.280 millones con la comisión) por «La grande jatte», un
paisaje que Seurat pintó como preparación a su obra más famosa, «Un
dimanche a la grande jatte».
Cézanne había pintado durante más de treinta años bodegones
cuando realizó el cuadro subastado ayer, cuyo precio ha superado su
anterior récord, que era de 4.290 millones de pesetas (pagado en
1993 por «Nature morte: les grosses pommes»).
El lenguaje pictórico del artista se había hecho con el tiempo
más sofisticado y la composición de sus trabajos más compleja como
lo muestra este lienzo, donde un conjunto de objetos simples se
transforman, según los expertos, en una declaración pictórica de
extraordinaria grandeza.
Una tensa y animada puja que terminó con los aplausos del
público marcó la venta de este óleo, que estaba valorado por los
expertos de Sotheby's entre los 3.750 y los 5.250 millones de
pesetas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.