El realizador catalán Francisco Rovira Beleta, que consiguió una
nominación al Oscar en 1963 por su película «Los Tarantos»,
falleció ayer a los 87 años a consecuencia de un accidente
vascular. Este cineasta, que recibió la Medalla de Oro al Mérito en
las Bellas Artes y consiguió que su película «El amor brujo»
también fuera candidata al Oscar en 1967, llevaba una semana
ingresado.
Rovira Beleta inició su trayectoria profesional en el cine tras
la Guerra Civil. Su primer largometraje fue «Doce horas de vida»
(1948). Posteriormente, realizó una serie de documentales bajo el
título genérico de «Deportes y figuras» y su segunda película fue
«39 cartas de amor», de 1949.
«Luna de sangre» (1953) y «Hay un camino a la derecha», que
obtuvo catorce galardones, fueron algunas de las películas que rodó
antes de iniciar una serie de películas sobre hechos criminales
como «El expreso de Andalucía» (1956) o «Los atracadores» (1961),
que retrata la delincuencia barcelonesa de la época e incluye una
escena de la aplicación del garrote vil.
Una de sus obras más importantes es «Los Tarantos» (1963), una
historia de amor desgraciado entre dos miembros de familias gitanas
enfrentadas que esta ambientada en un barrio de Barcelona.
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