Tan sólo hace cuatro meses que el cantautor Riki López decidió
dejar la Isla para probar suerte en Madrid. Su intención era la de
hacerse «un circuito en la Península para poder trabajar todo el
año». Este objetivo lo ha conseguido con creces, ya que durante
esta etapa ha actuado por media España y ha compartido escenario
con artistas de la talla de Pablo Carbonell, el Gran Wyoming o
Javier Krahe.
Lo que le ha llegado sin previo aviso y de una forma totalmente
espontánea es su participación en Cala Mar, programa que Antena 3
emitirá todos los martes. Josep Julien, el presentador de este
espacio, define a este cantante cómico como «nuestro particular
fabricante de canciones», aunque quizás es más clara la explicación
que Riki López ofrece de su papel: «Soy el camello emocional de
Julien, una especie de ángel de la guarda que aparece en su
imaginación para ayudarle a reconocer la felicidad en pequeñas
cosas».
De todos modos, este artista no se deja fascinar por el mundo de
la televisión, pues afirma que le impone más «actuar en un local
delante de cincuenta personas que ante las cámaras, aunque sepa que
me van a ver millones de espectadores». Se trata simplemente de una
cuestión de preferencias, ya que «desde el plató no se pueden
sentir las vibraciones y reacciones de la audiencia».
Por ello, va a pasar el verano con un pie en Madrid y otro en la
Isla, donde se le podrá ver actuar en numerosas ocasiones. Sin ir
más lejos, durante los meses de julio y agosto recorrerá Mallorca
con el espectáculo «...Y tan contentos», junto a Agustín «El
Casta».
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