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TONI LIMONGI La Fundació Pilar i Joan Miró presentó ayer en las dependencias de Son Boter una exposición en torno al mundo del estampado, en la que un grupo de 16 niños presentaron los trabajos realizados en el curso de verano «Experimenta i crea amb els gravats de Miró-Barbará».

El curso, que ha durado unos quince días, ha sido un constante esfuerzo para acercar a los niños el arte del grabado, una disciplina que practicó Miró y que requiere toda una complejidad de conceptos, materiales y técnicas.

La artista Mònica Fuster, que a partir de hoy expone su obra en el espacio Soma (calle Montenegro, 12), ha sido la encargada de hacer accesible a los niños este complejo mundo. «Es necesario que aprendan a distinguir, en el arte del grabado, que cualquier material es susceptible de ser empleado como materia o utensilio para una creación artística. También hemos introducido a los niños el concepto de incisión sobre superfícies como la madera, el acetato y el linóleum».

Durante estos días, los niños han realizado estampados con frutas, con gomas de borrar, con las plantas de las manos, sobre tela. También han aprendido, mediante la técnica de la adicción, a realizar colografías.

Mónica dice que «lo importante es que los niños han aprendido a observar, a pensar, a realizar bocetos y a jugar con el espacio. Entender lo que es fondo y forma en la obra de arte».