El reformado Oratori de Sant Feliu, ubicado en la calle del mismo
nombre, abrió ayer después de casi 30 años con un nuevo uso y entre
la división de opiniones. Este edificio pasa de ser un centro
religioso a albergar un centro para el ocio.
Los antiguos muros acogerán a partir de hoy una galería de arte
regentada por Lambert Monet, bisnieto del conocido pintor
impresionista, que ayer presentó la obra del pintor norteamericano
Alexander Mihaylovich.
La restauración del Oratorio de Sant Feliu " declarado Bien de
Interés Cultural (BIC) por la conselleria de Cultura del Govern el
10 de abril de 1989" se ha realizado, según Pere Ollers,
responsable de ARCA, «sin respetar los elementos arquitectónicos
originales, ya que la comisión de Patrimonio del CIM y el
Ayuntamiento dieron luz verde a un proyecto que ha 'restaurado' el
edificio sin utilizar los materiales adecuados y utilizando las
herramientas inapropiadas. Una obras hechas, en difinitiva, sin ton
ni son».
Ultima Hora denunció hace ya unos 15 años el
deterioro que sufría la edificación, una obra del gótico del siglo
XIII, con portal renacentista del XVI. En esa época, la puerta
recibía los impactos de camiones y automóviles, que iban degradando
la ornamentación de las molduras de marés. Entonces se decidió
cubrir la puerta para protegerla. Finalmente, la iglesia fue
cayendo en el deterioro hasta que se decidió impulsar su
restauración.
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