Menéndez Rojas posa junto a uno de sus cuadros en la Sala Pelaires de Palma. FOTO: J.T.

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TONI LIMONGI La sala Pelaires inaugura hoy la exposición «Epíleg», una muestra del artista Menéndez Rojas en la línea de su anterior trabajo, titulado genéricamente «Aqua». El que fuera definido por José Carlos Llop como «el cartógrafo del agua» presenta ahora una serie de acrílicos sobre tela en los que vuelve a interesarse por la dicotomía sólido/líquido, tangible/etéreo, fuerte/débil, aunque incorporando esta vez una interesante reflexión sobre el punto de vista y la subjetividad en la percepción de su pintura.

La exposición se compone de 12 cuadros y una escultura, realizada en hierro y cemento armado. La muestra se guía por un cuadro madre, que representa una escena circular en la que se puede observar a un hombre medio sumergido en el agua de un estanque, junto a una mujer tendida en la superficie, desnuda. A partir de allí, Rojas va ofreciendo diferentes perspectivas de la escena, como si hubiese sido observada desde diferentes puntos de vista.

El pintor amplia detalles del cuadro, cambia los colores y va ofreciendo una serie de «guiños» al espectador para que reinterpreten la obra a su manera. «Lo que puede parecer en un cuadro una plácida situación de un hombre y una mujer descansando en una piscina puede verse, en otra pintura, como un momento de fuerte erotismo. Bueno, cada uno puede ir sacando sus conclusiones», dice el creador plástico.

Menéndez se ha interesado particularmente en el concepto de «dispersión» de los elementos de su pintura. De allí que los objetos y seres vivos que conforman sus cuadros, tales como un gato, varias ranas, vasos de vino etc. se repitan continuamente a lo largo de la exposición.