Imagen del 'talaiot' central de Es Clapers del Gegant, en Capdepera, uno de los mejor conservados de la comarca de Llevant.

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El doctor en Prehistoria e Historia Antigua y profesor de la Universitat de les Illes Balears, Víctor Guerrero Ayuso, arroja nuevos datos de interés sobre la utilidad social y política de los talaiots en su nuevo libro «Arquitectura y poder en la Prehistoria de Mallorca», publicado por la editorial El Tall.

En este minucioso estudio, Guerrero analiza las estructuras de poder en la Edad del Bronce y en la Edad del Hierro a través del análisis de sus espectaculares monumentos arquitectónicos: Navetas, talaiots, taules, etc. Según el profesor «los talaiots tienen una finalidad práctica de coerción ideológica. Son el símbolo del poder».

Guerrero asegura que en «La sociedad pre-talayótica era más igualitaria, cada productor controla su excedente. Progresivamente, esta sociedad se va jerarquizando y este excedente empieza a pasar a manos de ciertos privilegiados. Aparecen los primeros roles políticos y los rangos pre-aristocráticos. Nace así una sociedad protoestatal en la que se va definiendo la existencia de una arquitectura privada y otra pública».

El autor de los libros «Asentamiento púnico en Na Guadis» o «Cazadores y pastores en la Prehistoria de Mallorca» elabora un complejo análisis sociológico de nuestros antepasados. Tal y como señala en prólogo del libro «la arquitectura es, en definitiva, un proyecto corporativo en el que los grupos humanos se implican de forma directa y siempre tiene trascendencia».

El libro traspone este análisis a una secuencia cronocultural que abarca desde la época del Bronce Antiguo (1700-1200 BC), Pretalayótico (1200-1100 BC), Bronce Talayótico (1100-800 BC), para entrar en la Edad del Hierro I (800- 409 BC), «aunque estos periodos no dejan de ser, en cierto modo, ficticios», en palabras del historiador. En esta última época es «cuando la arquitectura de prestigio pasa a convertirse en elemento simbólico del sistema funerario».