El escritor menorquín Joan Pons acaba de publicar «El laberint de les girafes».

TW
0
ANDREU GOMILA - BARCELONA Joan Pons (Ferreries, 1960) acaba de publicar «El laberint de les girafes» (editorial Proa), una recopilación de siete relatos con los que ha conseguido un considerable éxito de crítica y público. Se trata de su tercera obra publicada después de «No cregui el que diuen de mi» (1991) y «Nàufrags» (1993), antesala de la novela que le conferirá la madurez literaria y de un libro de relatos, «Homes sols», que Proa publicará después del verano.

"Lo primero que llama la atención de este libro es el título, que contiene un gran sentido metafórico.
"Así es. Con él quiero representar una serie de girafas perdidas en un laberinto del cual, gracias a su altura, podrían, en teoría, ver la salida. Pero o no son capaces de verla, o no saben interpretarla. Es el desconcierto moral del hombre actual, ya que tenemos mucha información y, sin embargo, sabemos poco. Las cosas importantes las seguimos ignorando, como los hombres primitivos. Mis personajes están desconcertados, no están seguros de sí mismos, tienen unos ideales locos que les llevan por el mal camino.

"Algún crítico ha calificado su última obra como «una novela memorable sobre la memoria».
"Es una metáfora sobre la memoria, sobre la importancia de recordar y la obligación de olvidar. No sólo aparece la memoria como una acumulación de datos y de erudición, sino también como la importancia de olvidar para saber las cosas que son importantes. Hoy tenemos mucha información y cada vez resulta más relevante saber lo que es importante y lo que no.

"Eduard Pelegrí, uno de los personajes, pierde la memoria viendo la televisión. ¿Cómo influyen los medios masivos en su obra?
"Estamos invadidos por la información y ahí está la importancia de la limpieza. Por un lado, encontramos la cultura universal, que nos transmite la tele. Por otro, la memoria que me he formado en Menorca, más rural, popular, donde las rondalles tienen mucha importancia. Mi obra parte de estas dos culturas, pretendiendo fusionarlas. Me interesa mucho esta isla-ciudad de la que habla Miquel Barceló. Mezclar la cultura global con la local.

"¿Qué paralelismo establecería entre la familia Pelegrí y los Buendía que mitificó Gabriel García Márquez?
"La gente ha visto mucho a García Márquez en «El laberint de les girafes», pero a mí me gustaría destacar la presencia de Juan Rulfo, quien influyó en el primero. Intento que mi literatura sea real, ya que, en el fondo, somos hombres culturales. Hemingway, por ejemplo, iba a cazar leones, cosa que no hacen los hombres de hoy. Por esto, intento que mis personajes de ficción sean tan reales como un ser cualquiera. Los personajes de García Márquez, Rulfo o Salinger forman parte de mi memoria y los utilizo como si hubieran existido de verdad.