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El cantante Sting convenció el jueves por la noche a un público totalmente entregado, que llenó a rebosar la plaza de toros de Palma. Ante casi unas 10.000 personas expectantes, el divo salió al escenario ataviado como en sus viejos tiempos de The Police, camiseta sin mangas y un look eminentemente juvenil.

Con una escenografía simple pero efectiva, el cantante interpretó, con un estilo musical que oscilaba entre el pop y el jazz, un amplio repertorio. Sting fue generoso, regaló a sus numerosos fans (nacionales y extranjeros) más de dos horas de concierto. Alternó "tal y como prometió al llegar a Palma" sus temas clásicos en solitario con los de su último disco «Brand New Day». Con una voz en buena forma, y arropado por excelentes instrumentistas, el «Aguijón» se atrevió con todo. El concierto alcanzó su climax con una versión jazzística de «Moon over Bourbon Street», acompañado por una preciocista sección de viento.

La animada versión de «Englishman in New York» caldeó el ambiente. Muy esperadas y aplaudidas fueron los clásicos de Police «Roxanne» (en formato reggae) y «Every little thing she does is magic». El artista británico no olvidó sus últimas composiciones y también tocó el tema «Desert Rose» enganchado a «Bring on night».

Un poco más tarde, Sting se marcó un solo con su instrumento: «Además de guapo, también toca muy bien el bajo», dijo una de las asistentes a la velada. Pese a los reiterados virtuosismos de la banda, los allí congregados esperaban dos temas, que el cantante se había reservado para los bises: «Every breath you take» y «Message in a bottle» (en formato acústico).