La serigrafía experimental ofrece todo un abanico de posibilidades

Más de veinte personas han participado de martes a viernes en un curso ideado y organizado por Jokim Aizpurua en el Casal de Can Planes de sa Pobla, que se ha desarrollado de finales de marzo hasta principios de junio. No se trata de baile de salón, ni de jugar a tenis. El vasco afincado en Mallorca es un experto en serigrafía experimental. Arquitectos, diseñadores gráficos, estudiantes de bellas artes o ceramistas han tomado parte en un curso donde se ha intentado no ceñirse sólo a enseñar la técnica de la serigrafía, sino que «el curso se ha convertido en algo útil para sus profesiones», dice Aizpurua.