El artista Aligi Sassu, fallecido el pasado lunes, será despedido
hoy en la Seu con una misa cantada en gregoriano, «la máxima
expresión de la liturgia cristiana», como comentó ayer su viuda
Helenita Olivares. El funeral, que se celebrará a las 19.30, será
oficiado por el canónigo Antonio Pérez Ramos.
El cuerpo de Aligi Sassu fue velado ayer por sus familiares y
amigos en el tanatorio de Bon Sosec, a donde se trasladó el féretro
desde su casa de Pollença. Junto a Helenita Olivares, inseparable
compañera del pintor hasta su muerte, estuvieron las personas que
le acompañaron durante buena parte de su vida, sus cuñadas, Justina
y Luisa Olivares, y sus sobrinos, Carlos Julio Suárez Olivares,
manager del maestro, y Vicente Urbina, pianista.
Al tanatorio, para acompañar a la familia Sassu, acudieron Damià
Pons, conseller de Cultura del Govern; Carmen Feliu, concejala de
Cultura y alcaldesa accidental del Ajuntament de Palma; el teniente
de alcalde Joan Bauzà; Carlo Montaldo, vicecónsul de Italia en
Palma; Pere A. Serra, presidente editor de Ultima
Hora y Margarita Magraner, amigos personales del artista,
y Pedro Pablo Marrero, abogado de los Sassu en Mallorca, entre
otros. Helenita Olivares dedicó a su esposo cariñosas palabras de
despedida: «Mi marido no murió, sino que resucitó al arte, a la
bondad, a la humanidad, a todo lo que dio de sí mismo por la
pintura, la cerámica, la escultura, los murales». Ahora, el legado
de Sassu será mantenido vivo por la Fundación Aligi Sassu y
Helenita Olivares, con sede en Lugano (Suiza), y la constituida con
el mismo nombre en Mallorca, afincada en el estudio-museo del
pintor, en Pollença, así como por la italiana Asociación de Amigos
de Aligi Sassu.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.