Suzanne Vega: «He sentido la necesidad de volver a la sencillez de mis orígenes»

Suzanne Vega, una de las principales figuras de la composición y la interpretación de la música norteamericana surgidas a principios de los ochenta, ofrece esta noche en el claustro de Santo Domingo de Pollença un concierto en el que presentará los temas de su último álbum, «Tried and True: The Best of Suzanne Vega», un repaso por lo más granado de su carrera musical de dos décadas. Para describir el recital no precisa recurrir al artificio oral. «Es un concierto esencialmente acústico "explica", con canciones que todo el mundo conoce. En mi composiciones más recientes estoy tratando de adaptarme al máximo a la instrumentación acústica de bajo y guitarra. Pero también es cierto que me resulta algo difícil adaptar algunas de mis primeras canciones a ese tipo de música. Necesitaría incorporar a un batería en los discos y los recitales. Y la verdad es que ahora me encuentro en un momento en que disfruto con volver a mis orígenes musicales, dando más importancia a la composición, la poética, el intimismo de la composición que a la producción de estudio».

¿El motivo? Personal y tan claro como la descripción de la música que le gusta hacer. Hace dos años que se separó de su marido, el productor discográfico Mitchell Froom, con el que tuvo una hija. La ruptura del matrimonio también supuso un cambio en la orientación que la cantautora de «Luka» quería dar a su carrera. «Mientras estuve casada con Mitchell "recuerda" me gustaba colaborar con él en el trabajo de producción. Pero cuando nos separamos decidí volver a mis orígenes más intimistas. Me siento mucho más cómoda componiendo y cantando temas sencillos, poéticos, que hablen de sentimientos humanos, como hacía al principio de mi carrera».