La muerte de Pere Quetglas «Xam» causó una gran conmoción entre
quienes le conocieron, artistas y amigos, admiradores tanto de su
obra como de la calidad humana de su persona. Sin excepción, todos
reconocieron la importancia de su figura en el desarrollo del arte
contemporáneo de las Islas, puesto que desde los años cuarenta
introdujo los lenguajes de vanguardia en un tiempo en el que
Mallorca sufría una enorme sequía cultural. Fue, recuerdan, «un
dinamizador cultural y un vanguardista».
Miquel Alenyar, subdirector general de Sa Nostra, que escribió
muchos textos para los catálogos del artista, comentó: «Ha sido un
pintor sumamente importante en la pintura de Balears en los últimos
50 años; trabajó muchísimo y su obra es muy extensa». También
recordó su faceta de profesor y la «relación que mantuvo con sus
alumnos, de provocación de afición a la pintura, porque su obra no
sólo ha sido admirada, sino también objeto de atención de los
pintores. Su huella en la pintura de las Isla es profunda y
duradera, al tiempo que fue una excelente persona, entrañable,
asequible y cálida».
Además de las clases en el colegio Montesión, fundó una academia
junto a otra artista, la pintora María Luisa Magraner, quien ayer
recordaba cómo se puso en marcha aquella idea en la que según sus
palabras, ambos trabajaron con sus alumnos aportándose uno al otro
como pintores y docentes. «Montamos la academia porque pensábamos
que aquí no había muchos profesores; tuvimos muchos alumnos,
trabajamos mucho, y resultó una época muy cordial. Él tenía su
manera de pintar y yo la mía pero recibimos mucho el uno del otro.
Fue un trabajador al cien por cien y una persona muy amable y
simpática».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.