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LAURA MOYÀENVIADA ESPECIAL A TÀRREGA Tàrrega, 13.30 horas. El cielo se viste un poco más de azul gracias a los fuegos artificiales de Pierre Alain Hubert. La 21 edición de la Fira de Teatre de Tàrrega acababa de inaugurarse. Directores, actores y espectadores se paseaban por las calles de la localidad. Entre ellos, cinco compañías mallorquinas que mostrarán sus creaciones en dos escenarios. El Espai Illes Balears acogerá a Res de Res En Blanc, Au Ments, L'ombra del Cranc y Mariantònia Oliver y, la productora Accés, el de Gom Teatre. «La cultura cada vez está más concebida como una actividad comercial e industrial». Con estas palabras empezó su intervención Pere Muñoz, director general de Cultura.

Balears se ven incapacitadas para acoger «el público potencial suficiente para hacer rendibles las piezas teatrales», afirmó. Por ello, es necesario abrir horizontes y «estar presentes en el continente». Ferias como la de Tàrrega ayudan a que las creaciones isleñas sean vistas fuera de su hábitat, sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de uno de los certámenes con una mayor participación de programadores. Este año han acudido unos 780. «Venimos a coger ideas», apuntó Pep Lluís Gallardo, de Produccines Ferro.

Los stands de las diferentes productoras acogen las visitas de los programadores. La idea: hacer contactos. La mentalidad: el interés por ver cosas nuevas. En Tàrrega se harán unas 250 representaciones durante los cuatro días que dure la Fira. Unas 115 compañías participarán en los espectáculos de calle y de sala, a los que se sumarán los de los espontáneos que también quieren aportar su granito de arena.

«Tener una carpa propia te da una singularidad, te promociona ya que hace más interesante el espectáculo», explicó Muñoz. Esto se traduce en «mayores oportunidades para nuestras compañías». Esta carpa cuenta, este año, con mejoras como la incorporación de gradas y de un cuadrilátero de luces. La capacidad es la misma que el año pasado, 300 personas, y, el presupuesto invertido también se parece al de 1999: unos 7 u 8 millones de pesetas. Las obras que podrán verse en el Espai Illes Balears responden a las características que predominan en Tàrrega. Menos texto y más teatro de circo y visual para que los programadores extranjeros entiendan la obra.