Fern Smith, Matilda Leyser y Burn Gorman, los protagonistas de la obra. Foto: T.AYUGA.

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Una obra claustrofóbica por el lenguaje, que busca el cambio a través de la destrucción. Tres personajes sobre un escenario representando tres roles contrapuestos. Teatro textual y teatro físico. Estos tres elementos protagonizan una obra, «Destination», de Thomas Bernhard, que la compañía Volcano presenta hoy en el Auditòrium en lo que será el debut de la pieza fuera del Reino Unido. «Se trata de una obra claustrofóbica donde el lenguaje oprime a los protagonistas», explicó Fern Smith. Su papel en la pieza es el de madre posesiva que «no permite que su hija la deje», dijo Smith. Un hecho rompe con la monotonía en la que viven las dos protagonistas: la llegada de un joven escritor. Tras vivir 22 años solas en una casa cerca de la playa, la aparición del visitante «implica un cambio», según Smith. El nuevo elemento rompe con lo anterior. «Tiene que haber destrucción para que pueda existir la variación», afirmó Smith.

La necesidad del cambio surge de la ideología de Bernhard. El autor, en 'Destination' hace una llamada a la juventud. «No les permite vivir confortablemente ya que deben darse cuenta de lo que les rodea para poder contestar», afirmó Smith. El escritor quería «concienciar a los jóvenes para que actuaran». Por eso, es precisamente la juventud la que «rompe la historia». De esta manera, «se puede empezar de nuevo», en palabras de Smith.

La obra mantiene un equilibrio entre el teatro textual y el físico. «'Destination' es un reto para la compañía ya que estamos más acostumbrados a hacer teatro corporal» comentó Matilda Leyser, la actriz que hace de hija. En la pieza, se interpreta «el texto de manera física», dijo Smith. Así, cada personaje tiene una manera de expresarse. La madre, con la palabra. La hija, con su cuerpo. «Utiliza elementos del circo y la danza que sirven como narración», explicó Leyser. El chico, un poco de cada. «De la mezcla nace el todo», en palabras de Burn Gorman, el joven escritor. Cada estilo, a su vez, representa un tipo de teatro. La madre, «el clásico». La hija, «el experimental». El chico, «la audiencia porque es alguien que viene de fuera», según Smith.