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Nervios, emoción, ansiedad y, sobre todo, muchas risas. El demonio junto al ángel, mirando cómo se desarrollaba la función, y Herodes al lado de Baltasar, comentando las escenas. Los actores ocasionales de la «Adoració dels tres reis d'Orient» pasaron ayer la primera prueba de fuego con el ensayo general, que superaron con buena nota.

«Este año va a haber muchas improvisaciones», aseguró Bernat Pujol, el coordinador de la obra. Las improvisaciones no se mostraron al público presente, manteniendo, de esta manera, el secreto. Los personajes se dedicaron a recitar su texto, algunos con más suerte que otros y, algunos, con más memoria que otros. Mientras, Patricia Trapero, la directora, indicaba cómo comportarse sobre el escenario. Una de sus alumnas fue Rosa Bueno, presidenta de la FAAVV, que hacía de secretario del rey Herodes. Se desenvolvió muy bien con el tono irónico característico de su personaje y con sus movimientos, nada sencillos.

El humor es una de las marcas de la obra. Los tres pajes y los dos Doctors de la Llei son los personajes más divertidos de la obra, junto con el demonio, que apareció con su capa para tentar a Herodes. Como novedad, esta edición cuenta con vestuario nuevo, repleto de telas de colores chillones y otros más discretos. Los gorros, las espadas y las capas complementan los atuendos de los actores.

«Esta tradición sirve para que los políticos entiendan que hacer teatro significa mucho trabajo y que no es un juego», explicó Pujol. Que no es un juego lo demuestra la cantidad de texto que tienen algunos de los personajes, como el rey Herodes, su secretario y su mayordomo, junto con los tres pajes y los tres Reyes Magos.