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Cada pueblo debía tener 25 cuarteradas, la mitad de las cuales se dedicarían al núcleo amurallado y, la otra mitad, a los barrios de la villa. Cada nuevo poblador debía adquirir el compromiso de construir una casa en seis meses y no la podía vender hasta pasados seis años. Éstas eran las líneas básicas de construcción desarrolladas por Jaume II en sus ordenaciones. Una exposición, «Jaume II i les ordinacions de l'any 1300», inaugurada ayer en la Capella de la Misericòrdia, recorre el mundo del primer monarca del Regne de Mallorca.

En el 2000, muchas villas de la isla celebraron el 700 aniversario de su fundación, propiciada por la planificación urbanística iniciada durante el reinado de Jaume II. Para cerrar el ciclo, el Departament de Cultura del CIM decidió organizar la muestra y, aprovechando la coyuntura, enseñar el Fons Alomar, fundamental para el estudio de las ordenaciones, en una segunda exposición complementaria. «La muestra hace referencia al trabajo de Alomar como historiador, urbanista, restaurador, conservador de patrimonio y su obra pública», explicó Joana Maria Palou, coordinadora de Cultura del CIM.

A la entrada de la Misericòrdia, una gran maqueta de Mallorca escenifica la isla tal y como era en el siglo XIV, un gran territorio desnudo en el que había pocos enclaves urbanísticos. Es el principio de «Jaume II i les ordinacions de l'any 1300». El visitante puede pisar la maqueta, subirse a las montañas, descubrir cuáles eran los puntos de interés en aquella época y qué significaron las ordenaciones. En la capilla, el visitante cambia de escenografía y se introduce en el salón del trono, presidido por el rey y sus caballeros. Se trata de una reproducción que escenifica que el monarca recibía su poder de Dios. En un atril, una miniatura del libro «Lleis Palatines» explica las leyes que regían en palacio.

El recorrido por el salón del trono continúa por diversos ámbitos, que muestran cómo era aquella época. Los paneles y diversas piezas explican cómo era la educación, el comercio, la política religiosa o el medio familiar. «Las piezas, que van desde pergaminos hasta planos, son extemporáneas para que la gente se imagine el siglo XIV como más próximo», aseguró Palou.

En total se tratan seis ámbitos. «Els canvis del temps», «Els territoris», «Jaume II, el medi familiar i l'educació», «Jaume II i Mallorca», «Jaume II i la part forana de Mallorca» y «La resplendor fugaç d'una cort» explican cuestiones como la infancia triste del monarca o la política urbanística de Ciutat de Mallorca, entre otras. El resultado, un retrato de la isla en el siglo XIV que podrá visitarse hasta el 2 de marzo.