Rafel Duran aseguró que la obra refleja cómo el progreso ideológico y tecnológico es mentira.

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El director mallorquín Rafel Duran está trabajando en la adaptación teatral del poemario del escritor alemán Hans Magnus Enzensberger, «L'enfonsament del Titànic», escrito entre 1969 y 1977. Se trata de una nueva producción de corte moderno al frente de la cual se encuentran el Festival de Teatre de Sitges, el Festival Grec de Barcelona y el Govern balear.

Ayer, desde su domicilio de Barcelona, el reconocido director se refirió a este proyecto como «una metáfora sobre la sociedad a partir del hecho del hundimiento del Titánic». En este caso, explicó, «la metáfora evidencia cómo el supuesto progreso ideológico y tecnológico es mentira». Duran, quien volverá a contar para la escenografía con el también mallorquín Rafel Lladó, puso de relieve la vigencia de esta obra que llegó a él a través de un grupo de actores catalanes.

Según dijo, «'L'enfonsament del Titànic' fue como el final de un mundo. Un hecho parecido a los atentados del pasado 11 de septiembre». En el montaje estarán presentes tanto los conflictos sociales que derivaron después del hundimiento del Titánic como el mal provocado en la superpotencia americana. El director, que a estas alturas está macerando todos los ingredientes que introducirá en la producción, explicó que el punto de vista que quiere dar es quizás el que menos se ha visto, haciendo referencia explícita a la gravedad de los atentados en Estados Unidos.

La obra será llevada a escena por tres actores y dos actrices. Estas últimas serán la representación balear sobre el escenario, en concreto Caterina Alorda y Assumpció Planas. Con la perspectiva, casi ganada antes de empezar, de que sea una de las grande producciones de la próxima temporada, el espectáculo ocupará algunas de las principales salas de teatro de Catalunya, el País Valenciano y Balears durante sus tareas de promoción.