La Fundació la Caixa inaugura el próximo martes una exposición que,
bajo el título «Josep Pla: ...sóc un illòman», profundiza en la
relación que el escritor de Palafrugell tuvo con Balears, una
relación amplia y fructífera que quedó plasmada en numerosas de sus
obras y en una estrecha amistad que mantuvo con un buen número de
mallorquines. La exposición permanecerá abierta al público hasta el
12 de mayo y contará con una serie de actividades, entre las que
destacan cuatro conferencias. El día de la inauguración, el
escritor Baltasar Porcel hablará de «Josep Pla, el geni i el mal
geni». Valentí Puig, que ha estudiado en profundidad la obra de
este escritor, pronunciará la conferencia «Pla i la llibertat» el 9
de abril.
El 16 del mismo mes, Luis Racionero, director general de la
Biblioteca Nacional, hablará de «Les ensenyances de Pla». El ciclo
lo cerrará el 7 de mayo el catedrático de la UIB Pere Rosselló
Bover hablando de «Josep Pla, l'escriptor». El título de la
exposición viene de un texto escrito en la obra «Les illes», en el
que Pla escribe: «Soy un islòmano. Es probablemente, una enfermedad
del espíritu aún no calificada por los facultativos». Josep Pla
llegó por primera vez a Mallorca en 1921. Le acompañaba Joan
Estelrich, con quien le unía una gran amistad desde su juventud.
Instalado en el Gran Hotel, conoció a Gabriel Alomar, Joan Alcover
o Joan Rosselló de Son Fortesa.
Esta estancia quedó reflejada en su obra «Nota de Mallorca». De
allí inició colaboraciones en el periódico mallorquín «El Día», que
se prolongó durante los años 1924 y 1925. Fue precisamente a raíz
de un artículo publicado en esta revista, que llevaba por título
«¿Se abandona Marruecos?», fue procesado y tuvo que sufrir exilio
hasta que en 1926 el caso fue sobreseído, finalmente, amnistiado en
1928. Visitó Mallorca en otras ocasiones y dejó constancia en la
guía «Mallorca, Menorca e Ibiza», publicada en 1950 y con
fotografías de Francesc Català Roca. En 1958 vuelve a visitar
Mallorca y allí entabla contacto con escritores como Francesc de
Borja Moll, Josep Maria Llompart, Jaume Vidal Alcover, Llorenç Moyà
o un joven Baltasar Porcel.
Tanto este viaje como otro, realizado en 1961, aparecen
reproducidos en sus dietarios, publicados en un volumen de sus
obras completas y, en parte, en «El viatge s'acaba». Josep Pla
también incluyó en la serie «Homenots» y «Retrats de passaport»
semblanzas de algunos personajes mallorquines que le habían
impactado como Joan Estelrich, Francesc de Borja Moll, Joan March,
Llorenç Riber, Gabriel Alomar, Miquel Dolç, Miquel Ferrà o Alcover.
Otro aspecto que relacionó la literatura de Pla con Mallorca fue el
volumen «Tres artistes, Manolo, Rusiñol, Mir», donde explica con
detalle las estancias en la isla de Rusiñol y Mir y la influencia
que tuvo sobre su obra.
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