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Adicto al jazz, sus canciones incluyen «reminiscencias» de esta música. «Es una divina debilidad», debilidad que nunca se ha plasmado en un disco. «Demasiado complicado». Su especialidad se encaminó hacia otras tendencias, centradas en el romanticismo y los temas melódicos de toda la vida. 35 años después de empezar, José Gómez Romero, Dyango, sigue manteniéndose en forma. «Me considero uno de los cantantes con mejor directo». El próximo domingo 24 de marzo lo demostrará en el Auditòrium a las 21.00 horas.

"¿En el concierto recorrerá sus 35 años en el mundo de la música?
"Forzosamente. La gente necesita escuchar las canciones de toda la vida más las últimas. Mis primeros éxitos casi no se recuerdan, canto los más cercanos. Sólo busco dejar contenta a la gente, me entrego, necesito ver al público contento.

"El amor y la mujer siempre están presentes en sus canciones.
"No conozco otra fórmula. Nada me importa más en esta vida que el amor y la mujer.

"Primero triunfó en Latinoamérica. ¿Le molestó no ser profeta en su tierra?
"Sí. Nunca lo he entendido. Supongo que logré triunfar gracias al cambio de tendencia musical en España. En esa época funcionaban los grupos de rock, en la canción melódica era muy difícil llegar a lo más alto. Sin embargo, sabía que lo hacía muy bien, soy un pedante. En la actualidad, dicen que soy el último romántico.

"¿El romanticismo no tiene época?
"El romanticismo es percibir que hay una canción que te hace feliz, la ternura, sentir cosas por otra persona, que la necesitas, que cuando no está te desesperas, estar enamorado.

"¿Cree que la industria discográfica crea productos y no artistas?
"Busca el éxito inmediato con el que, si no triunfas, fracasas acto seguido. No hacen artistas. Antes, las compañías apoyaban y trabajaban en el cantante. El arista nace pero, si no se prepara y si no pasan los años, no logrará sacar todas sus cualidades.

"Usted intenta acercarse de nuevo a los jóvenes en sus últimos discos.
"Quiero dar a conocer las canciones de esa época, que no deben perderse. La juventud ha cambiado con el tiempo, aunque siempre tiende a escuchar lo que suena en un momento dado. Hoy escuchan el tipo de música que les hemos mostrado. Si les hubiéramos enseñado otro, también les gustaría.