En la plaza Porta de Santa Catalina existe ya una escultura de Anthony Caro, «Palma Steps».

TW
0
CRISTINA ROS La galería Altair de Palma abre nuevo espacio expositivo, en el número 15 de la calle Sant Jaume. Será, previsiblemente, el próximo 14 de mayo. Y, como celebración, una exposición de esculturas del maestro británico Anthony Caro inaugurará la nueva galería. Será la primera vez que, quien es hoy uno de los artistas ingleses de más reconocida trayectoria, exponga en la Isla. Con 78 años cumplidos recientemente y un currículo de exposiciones que incluye las principales ciudades del mundo, Anthony Caro apenas ha mostrado individualmente su obra cuatro veces en España: dos en Barcelona a mediados de los años 80, una en Madrid en este 2002 y la gran exhibición de «El Último Juicio», en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, hace dos años. La muestra de Caro en la «nueva» galería Altair de Palma será su quinta exposición en España.

Las esculturas, seleccionadas por el artista y por el galerista Bernat Rabassa, llegarán a Palma directamente desde el inmenso taller que Caro tiene en Londres. Serán una decena de piezas inéditas, de mediano y pequeño formato -tamaño relativo, dada la monumentalidad con la que habitualmente trabaja el escultor-, algunas de ellas superiores al metro y medio de altura, realizadas entre finales de los años 70 y la actualidad. Anthony Caro ha elegido estas piezas después de estudiar las características del espacio de la nueva galería. Así mismo, se ha optado por una unificación del estilo, escogiendo entre su vasta producción aquellas esculturas que son ensamblajes de piezas de acero de carácter industrial, un proceso en el que Caro es uno de los grandes maestros de la contemporaneidad.

Planchas metálicas planas o curvas, restos de vigas, viejas traviesas de tren, enormes tuercas, engranajes, tornillos y trozos de vigas de madera erosionada por el uso, configuran unas esculturas sin referencias figurativas y de gran rotundidad, en las que hay un pormenorizado estudio de la contraposición de planos horizontales y verticales, constante en la trayectoria del artista.

Nacido en Londres, en 1924, Anthony Caro ha marcado siempre en sus esculturas la huella de sus estudios de ingeniería. Asistente y discípulo de Henry Moore y, a su vez, profesor de escultores de la talla de Barry Flannagan, Phillip King, Richard Long o Bill Woodrow, ha sido distinguido con numerosas antológicas de su obra en los principales museos del mundo y con innumerables premios de alcance internacional. Sus esculturas de tamaño colosal ocupan espacios públicos de primera línea en capitales de los cinco continentes. Y, entre ellas, Palma. Pues la monumental obra de Caro, «Palma Steps», situada frente al lienzo de la muralla del Baluard de Sant Pere, es la pieza estelar entre las que conforman la colección de esculturas que dejara la Universíada'99.

Según está previsto, Caro llegará a Palma a mediados de mayo para inaugurar su exposición. Desde ese momento, la galería Altair, que celebra este año su veinte aniversario, tendrá dos espacios en la calle Sant Jaume, en los que irá combinando su programación según las características de cada exposición, sin descartar la utilización de las dos galerías para la exhibición de la obra de un solo artista.