«Los músicos a veces cantan lo que no piensan». Franco Battiato
llegó vestido de negro y enfundado en sus gafas de sol, dispuesto a
mostrar su propia filosofía. Le acompañaba Manglio Sgalambro, el
hombre que le hizo ver «la luz» tras un periodo en el que se
replanteó dejar el mundo de la música. El resultado de su
colaboración podrá verse esta noche a las 22.00 horas en el
polideportivo Galatzó de Calvià, donde se presentará su último
trabajo, «Hierro forjado».
El cantante y compositor lleva toda su vida experimentando con
la música, moldeándola a su antojo. Para él, que le consideren un
ser atípico supone «un orgullo». «Prefiero a las personas no
homologadas». Lo único que le interesa: «Tener todo lo que me
apetezca en una canción, ya sea rock duro, suave o algo diferente».
Su visión del mundo recorre diferentes artes como la pintura y, por
ello, se expresa de diversas maneras. «Transmito mis creencias
pintando, escribiendo o cantando».
El concierto repasará la vida y obra del cantante. Para
Battiato, cada tema «nace en una lengua». Todo depende de la
inspiración, que surge de «cualquier cosa» pero que debe separarse
de «la profesión» en sí misma. «La inspiración es algo elevado que
baja y crea la historia». Su ansia de jugar con el trabajo le lleva
a introducirse en otros ámbitos como el cine. En octubre empezará a
rodar una película de la que será el director. El filme contará la
historia de un niño y la banda sonora recorrerá canciones de los
años 60 que «tendrían que haber tenido éxito».
El presente no saca buena nota en la escala de valores de
Battiato. Respecto a la música, el cantante afirmó que «la canción
de éxito no siempre es un arte». Reconoció que «los temas ligeros
agradan a la gente» pero que, personalmente, no le gusta «importar
o seguir una corriente concreta». La vida, por su parte, tampoco
aprueba. «Se está perdiendo religiosidad, los valores sagrados como
la atención a uno mismo, las posturas». Todo tiene una razón: «La
rapidez nos hace ver las cosas sin pensar, sin pararse». Una
filosofía de vida que huye de situaciones aburridas. «Lo que más me
decepciona es la vulgaridad barata del mundo y la complicidad de
las personas que la aceptan».
El cantante afirmó que «no se está bien en ningún lugar».
«Berlusconi recibe ataques constantes pero hay que acechar a los
intocables como Bush o Sharon, un antisemita». Para lograrlo es
necesario «liberarnos de nuestras cadenas».
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