Siguen sonando igual aunque hayan cambiado. El primer disco nació
sin querer; el segundo, del trabajo y, el tercero, de buscar hacer
las cosas bien y crear lo que siempre habían querido. «Alegria» es
el resultado de la evolución, una evolución que ha llevado al grupo
Antònia Font hasta una nueva discográfica, Drac, filial de Virgin,
con la que buscan ampliar fronteras. El conjunto presentó ayer en
Palma su último trabajo antes de visitar Festimad.
En 1999, «Antònia Font» presentó el grupo. «Se convirtió en una
recopilación de aquellos temas que nunca hubiéramos imaginado que
grabaríamos», comentó Joan Miquel Oliver, compositor del grupo. «A
Rússia» continuó el camino y empezó a encaminarlo hacia un
«concepto» aunque se quedó en «una suma de canciones sin conexión»,
según Oliver. «Alegria», sin embargo, se ha convertido en
«concepto». «Es como una película donde jugamos con las tonalidades
y en la que no hay pausas entre canción y canción».
La temática continúa la línea marcada en los anteriores
trabajos, con tristezas y alegrías. En esta ocasión la producción
se ha trabajado más. «Cada disco es el reflejo de lo que el grupo
es en cada momento», según Oliver. En la actualidad, los
integrantes de Antònia Font han buscado la perfección. «Siempre se
ha pensado en el producto final», algo que, antes, no había
preocupado. Para lograr este propósito se ha jugado con
instrumentos y sonoridades nuevas y se han exprimido otras ya
utilizadas. De esta manera, «la bossa nova es bossa nova» y no sólo
pinceladas.
La razón de los cambios, «la evolución», según Oliver. «Hemos
aprendido de los errores cometidos», comentó Pau Debon, cantante de
la formación. Nadie nace enseñado, «los oficios se aprenden»,
comentó Oliver. Por ello, al igual que es normal buscar mejorar,
también resulta evidente querer ir más allá. El resultado de esta
ambición: actuar en Festimad este sábado. Así, se convertirán en el
primer grupo catalán que participe en el festival de Madrid. «Es
posible llegar a otros lugares, todo depende de cómo se haga», dijo
Debon. «Si la gente escucha música en otros idiomas, ¿por qué no en
catalán?», según Jaume Manresa, el teclista.
«Que te incluyan dentro del rock en catalán no significa que lo
hagas», afirmó Oliver. El grupo se sitúa en otro estilo, se
ratifica en la diferencia. «Tomamos otro camino», comentó Manresa.
La mentalidad de la nueva discográfica, que «busca vender en todo
el mundo», más la intención de «ir más allá», según Oliver,
convierten unos inicios en los que sólo interesaba triunfar en la
isla en un futuro expansionista. «Tenemos ilusión artística»,
añadió Manresa. A pesar de todo, siguen sonando igual, siguen
ratificándose en el estilo Antònia Font. «No permitimos que la
tecnología nos absorba». Un cambio con el mismo sonido.
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