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TOMEU OBRADOR
La desnudez de las formas simples y puras de las geometrías es el centro de la nueva exposición de Vicente Pascual que se inaugura hoy, a las 20.00 horas, en el Casal Solleric de Palma. Con esta exposición Vicente Pascual vuelve a mostrar su obra en Mallorca, donde se instaló en 1981, después de once años de silencio.

La muestra lleva por título «Vicente Pascual 1991-2002» y exhibe unas 40 obras con el simbolismo del arte de los pueblos nómadas como protagonista, destacando la línea recta y el círculo. Con la recta quiere representar «la razón, la estabilidad y la energía masculina», mientras que el círculo quiere ser «lo poético y lo femenino», explica este artista, que recrea «elementos universales y equilibrio».

«La obra no pretende atrapar al espectador, a quien pido un cierto esfuerzo. Ni quiere ser un acto de comunicación», asegura el artista, que actualmente está preparando unos murales para el aeropuerto de Baltimore.

«Para mí, esta exposición debe mirarse como una colectiva sin prestar atención al hilo conductor de la obra, que recoge la transición formal que ha sufrido mi trabajo desde que me fui de Mallorca», aseguró el artista.

La muestra, que es un recorrido minucioso por el trabajo reciente del artista, ha sido comisariada por Margalida Tur y Carme Llull. Ésta última hizo hincapié en la «riqueza tonal» de la obra de Vicente Pascual, conseguida a partir de la utilización de colores ocres o de la tinta japonesa. Para Llull, «la obra de Vicente no intenta representar miméticamente la expresión plástica de los pueblos primitivos, sino buscar los elementos universales que sirven para acercarnos al pensamiento de éstos y que, a su vez, nos sirven para ligarlo al nuestro».