Damià Pons en la inaguración de la rehabilitación de Pollentia.

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Las Baleares necesitan aproximadamente unos 101 millones de euros (16.800 millones de pesetas) para equipararse en infraestructuras culturales con el resto de comunidades autónomas del Estado. Ésta es la cifra que indicó ayer el director general de Cultura, Pere Múñoz, durante la presentación del documento El futuro de la memoria. Se trata de un estudio de prospectiva cultural realizado en colaboración con Sa Nostra, los consejos y algunos de los principales ayuntamientos de las Islas, en los cuales se incluyen todo un seguido de propuestas de actuación y directrices culturales que hace falta tener en cuenta para solucionar las carencias de aquí a quince años. El documento se presenta con la intención de generar un debate abierto y de despertar nuevas iniciativas para el futuro cultural de las Islas. Detrás no hay ningún compromiso de ejecución.

En el transcurso de la presentación, el consejero Damià Pons destacó tres aspectos principales del documento para la suya «utilidad o novedad». El primero, los centros de referencia, que tienen como finalidad servir de espacios de presentación cultural de cada isla mediante exposiciones de montajes audiovisuales. En segundo lugar, los museos territoriales, resultado de la suma de equipamientos que mantienen una semblanza en cuanto a los contenidos temáticos. Y en tercer lugar, que la cultura empiece a entenderse como generadora de la identidad balear y que pueda tener una dimensión económica.

Algunas de las propuestas más prioritarias que se incluyen en el documento ya están en marcha o se encuentran en estado embrionario, pero otros son novedosas. Entre éstas está el Museo de la Mar, la creación de uno espacio como paradigma de possessió mallorquina, el Museo de la Piel, el del Ferrocarril o la ruta del vino. Además de éstas, también se contemplan muchas obras ya anunciadas, como la remodelación del Museo Diocesano, el Centro de Interpretación del Gótico Mallorquín en el palacio de Can Sierra, o en marcha, como el Museu d'Art Modern y Contemporáni de Palma.

Con este estudio «por primera vez en la historia de la política cultural se cuenta con un documento dónde se recoge una serie de ideas para trabajar sobre el futuro de la cultura, aunque no comprometa directamente a ninguna institución, ni organización o empresa», dijo Pere Muñoz. Para Mallorca se proponen casi una treintena de proyectos que se consideran de interesante realización, según el documento presentado ayer. La mayor parte de las actuaciones en la Isla están relacionadas con el patrimonio cultural. Como proyectos «inmediatos y urgentes» se citan los centros de Referencia para cada isla. De momento, el más avanzado es el Museo de Formentera. Como prioritarios, cabe distinguir entre infraestructuras culturales e itinerarios. También se prevén parques arqueológicos como Pollentia o Sa Morisca.

Una treintena de proyectos prioritarios sólo para Mallorca
Entre las propuestas más novedosas del documento presentado ayer por el Conseller de Cultura, Damià Pons, se incluye también la posibilidad de adecuar un casal como modelo de una arquitectura, un contenido patrimonial y una posesión. El Pla de Castells también está incluido con diferentes actuaciones por realizar. Igualmente se habla de infraestructras que necesitan reformas. Entre ellas, los teatros Principal, que ya cuentan con un plan de rehabilitación como es el caso del de Palma, o de Inca, o la segunda fase de La Defensora Sollerense. Un dato nuevo es la posibilidad de que se hagan rutas de castillos roqueros, de yacimientos arqueológicos, la ruta del vino y un itinerario literario, éste último un hecho que nunca había sido comentado. En total para Mallorca se habla de una treintena de prioridades.