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«Mi opinión es que en el pueblo hebreo del Antiguo Testamento no existía monoteísmo. Creo que el término más adecuado para definir el culto en este tiempo es el de monolatría, una definición más pragmática, que no excluye el hecho de que otros pueblos idolatraban a otras divinidades». Bajo el título «Del Dios de los padres al Dios del universo. La evolución de la imagen de Dios en el Antiguo Testamento», el catedrático de Exégesis y Teología del Antiguo Testamento en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, Horacio Simian Yofre, ofreció ayer en Sa Nostra la tercera conferencia del ciclo «Religiones del mundo antiguo».

El jesuita, autor de numerosas publicaciones y reconocido hebreísta, estructuró su intervención en tres secciones con el objetivo de abordar la evolución que sufrieron las creencias del pueblo hebreo hasta llegar a la afirmación del monoteísmo. Así, el director de la revista internacional de investigación «Bíblica» de Roma, habló de cuestiones metodológicas (desde la perspectiva fundamentalista, que acepta sin objeciones los datos bíblicos que hablan de monoteísmo, hasta las tendencias críticas que surgen en la década de los 70); profundizó en los argumentos de la crítica extrema, basándose en distintos textos que han servido para confirmar el politeísmo; para demostrar la ambigüedad de las fuentes y dar su opinión.