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MARIANA DÍAZ - MADRID
Don Juan Carlos y doña Sofía hicieron un hueco en su intenso recorrido por Arco para visitar el Museu del Baluard, un proyecto al que se sienten cercanos por su vinculación con Mallorca y Balears. Los Reyes se mostraron muy satisfechos de que un proyecto cultural recupere para la Isla el entorno del Baluard de Sant Pere, que, como dijo la Reina, conocen desde el exterior por sus trayectos por el Passeig Marítim «camino de casa», refiriéndose a Marivent.

Fue una visita cultural y amistosa con Mallorca porque, tras más de dos horas de recorrido, Sus Majestades aprovecharon para relajarse y charlar un rato. Doña Sofía se sentó unos minutos junto a Maria Antònia Munar para descansar, mientras el Rey conversaba con los caballeros.

La presencia de la Reina fue inesperada, ya que en los últimos años era el Rey quien acudía en solitario a la inauguración. Y fue ella, que no conocía el proyecto arquitectónico del museo, quien más se sorprendió por un aspecto del proyecto de los García-Ruiz, Sánchez-Cantalejo y Vicente Tomás. A doña Sofía, siempre muy interesada por el arte antiguo y la arqueología, le llamó gratamente la atención que los limpios volúmenes de arquitectura moderna diseñados no sobrepasaran las murallas. Los dos se sorprendieron con el gran aljibe que se descubrió en el subterráneo y con la próxima inauguración del centro, este verano. Las autoridades respondieron a su cordialidad diciéndoles que, por supuesto, recibirían una invitación a la misma.

Los Reyes, que desviaron su recorrido para visitar el stand acompañados de la ministra Pilar del Castillo, compartieron su satisfacción por el proyecto con los presentes en aquel momento, Maria Antònia Munar, Joan Fageda y Pere A. Serra, representantes del CIM, el Ajuntament de Palma y la Fundació d'Art Serra, integrantes del consorcio junto al Govern. Pero allí también estuvieron para apoyar la promoción del mismo el conseller Joan Mesquida y el director general de Interior, Antoni Torres; Miquel Nadal, vicepresidente del CIM; Maria Antònia Vadell, consellera de Cultura del CIM; Carmen Feliu, concejala de Cultura de Cort; Rafael Vidal concejal de Urbanisme y Antoni Sansó, director del COFUC. Todos ellos repartieron su tiempo entre el stand del Museu d'Art Modern i Contemporani y la visita a las galerías baleares.

El ir y venir del museo a nuestras galerías fue constante y unánime la opinión de que el arte que se crea en el archipiélago tiene en Arco un lugar muy merecido. Por Es Balaurd también pasaron Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela; los escultores Jaume Mir, Enrique Salamanca y Eugenio López; José Ignacio Vidarte, director del Gugenheim y toda la plana mayor del museo vasco; la comisaria Lola Durán; Marily Coll; el pintor Tom Cowsert; los artistas Ben Jakober y Yannnick Vu o Mercedes Barber, de Can Marqués, entre otros. Y un buen número de artistas y galeristas isleños se reunieron en Es Baluard para una foto de grupo haciendo un alto en la estresante jornada de inauguración que siempre viven. Todo un lujo porque robarles un rato en un día como el de ayer es casi una proeza y no resulta fácil conseguir arrancarles de sus obligaciones. Para todos los que visitaron el stand muchos más resultaron anfitriones, además de las autoridades. Los arquitectos del edificio; la directora, Teresa Pérez-Jofre; Nacho Cutillas, el diseñador que ganó el concurso para la creación del logotipo, que también es el autor del folleto promocional; Carme Serra o Josep Ferrer, secretario del consorcio. Fue un día para el arte balear coronado por una relajada presencia real acompañados por la ministra Pilar del Castillo y Àlvarez del Manzano.