Fuera del Auditòrium, la manifestación en contra de la guerra
paseaba sus slogans. Dentro, Boris Izaguirre intentaba explicar el
personaje de Cio Cio San, «Madama Butterfly», y su elevada dosis de
actualidad. La charla, organizada por los Amics de l'Òpera del
Teatre Principal, fue seguida por unas quinientas personas de todas
las edades y condiciones sociales. La manifestación y el colapso de
tráfico que causó en el Passeig Marítim motivó que la conferencia
empezara tarde y, también, que la gente llegara
escalonadamente.
«Únete, no nos mires». Las pieles y abrigos de visón de los
asistentes contrastaban con los gritos de los manifestantes. Más de
uno, aprovechando que pasaba por el teatro, decidió quedarse y
escuchar a Izaguirre. De ahí que la pegatina de «No a la Guerra»
combinara a la perfección con los trajes de los espectadores.
Instantes antes de que empezara la charla, parte del público se
preguntaba si, encima del escenario, aparecería el personaje
mediático o el Boris Izaguirre serio. Incluso alguien se atrevió a
preguntarse si saldría vestido de japonesa para, así, ofrecer
espectáculo. No fue así. Izaguirre apareció impecablemente vestido
con un traje gris, con una pegatina de «No a la Guerra» de color
naranja y con los acordes de la última aria de «Madama Butterfly»
sonando de fondo. «Conviene empezar por el final, sobre todo en los
tiempos que corren».
El escritor apareció sobre el escenario, montado con la
escenografía para la ópera, después de haber asistido a la
manifestación. «Para algunos, Cio Cio San no es una mujer
contemporánea». Sin embargo, para Izaguirre sí lo es. «La obra se
escribió a principios del siglo XX y, cien años después, representa
el turismo sexual del presente». A partir de aquí empezó a explicar
la historia de la joven geisha que conoce a un «norteamericano y
marine» bastante «desagradable y antipático» que engaña a
Butterfly.
De parte a parte del escenario, sin leer más que algunos
fragmentos de la obra, Izaguirre se mostró en ocasiones inseguro.
Quiso destacar la calidad de la obra de la Fundació Teatre
Principal y de sus solistas, presentes durante la conferencia, y,
sobre todo, quiso explicar el poder de Cio Cio San. «Su religión
tiene el nombre de Pinkerton» y se basa en «la creencia absoluta de
la verdad». «Butterfly es una comunicadora como María Teresa
Campos, capaz de hacer creer su propia verdad».
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