García Mas junto a su hijo Carlos, el inspirador de la historia, en su casa de Madrid. Foto: I.T.

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IVÀN TERRASA-MADRID
Desde hace trece años, Assumpta García Mas vive en Madrid, pero es mallorquina y lo lleva a gala. La editorial Edebé acaba de publicarle «La cuchara mágica», una novela destinada a los más pequeños que está obteniendo elogiosas críticas.

-¿Por qué literatura infantil?
-Un buen día empecé a contarle un cuento a mi hijo en el coche, y así surgió este libro. De hecho el protagonista se llama Carlos, como mi hijo. La verdad es que yo no creo en la distinción entre libros para jóvenes y para adultos. Si es buena literatura, la edad es algo secundario. Los mayores pueden disfrutar leyendo libros juveniles y los niños, cómo explicarlo... Mi libro favorito, «Sinuhé el Egipcio», lo leí por primera vez mucho antes de entenderlo (y de que mi madre me dejara, tuve que leerlo a escondidas), lo mismo que los «Cronopios» de Cortázar, préstamo irregular de la estantería de mi hermano.

-¿Qué quiso contar en «La cuchara mágica»?
-Los chicos que lean este cuento pueden aprender que en la vida los atajos no son demasiado eficaces, que después de los excesos llega la resaca y que más tarde o más temprano van a tener que hacer las cosas por ellos mismos. Y hacerlas bien. Que los padres se equivocan, pero que los hijos también meten la pata.

-Cuente un poco la trama.
-Un día el joven Carlos se encuentra una cuchara mágica, capaz de proporcionar a su dueño los más deliciosos manjares. La oportunidad que el chaval deseaba para alcanzar fama y fortuna. Los personajes, aunque inventados, son muy humanos, frágiles, se dejan llevar por sus deseos, se equivocan, pero casi todos aprenden. Intento demostrar que el éxito logrado sin esfuerzo no siempre trae la felicidad.

-¿Su hijo lo ha leído?
-Se lo empecé a leer algunas noches al acostarse, aunque es para niños un poco más mayores.

-¿Por qué escribe?
-Escribo para alejarme de este mundo desastroso, para evadirme por unas horas. Aunque sólo he escrito novelas para niños, ahora he empezado una para adultos.