Jean-Louis Hutin, junto a su esposa, Catherine. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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El francés Jean-Louis Hutin es un filántropo, un hombre que dedica su vida a mejorar el entorno cultural de las personas. Perteneciente a una de las familias más influyentes de la comunicación en Francia, es miembro de la fundación del periódico «Ouest France», presidente de la orquesta Octuor de France, coleccionista de arte, consejero de comercio exterior en el marco de la Comunidad Europea y, ante todo, un hombre poseedor de grandes conocimientos. Su mujer, la escultora Catherine Hutin, le acompaña. Han visitado Mallorca y han quedado vivamente impresionados por el Museu Es Baluard.

-¿Qué impresión le ha causado el Museu Es Baluard?
-Excelente. Mi mujer y yo hemos quedado vivamente impresionados. Nos ha fascinado. Hace tiempo estuvimos en Egipto, en Luxor. Al entrar en Es Baluard tuve una impresión similar: parecía que entrábamos en un templo. Al final, en vez de descubrir el Nilo, descubrimos el mar.

-¿Qué obras de arte le impresionaron más?
-Las de André Masson, sin duda. En especial, «Dans la foret» (1955). Es un artista excepcional. En todas las grandes colecciones de arte siempre figuran obras suyas. Fue a la vez pintor y escultor, pero creo que fue esencialmente pintor. Tenía su casa en Tours, junto a la nuestra. No llegamos a conocerle personalmente. A mi mujer también le ha impresionado vivamente la escultura de Gargallo, una pieza realmente extraordinaria. El museo posee una gran representativad de autores: es un ejemplo extraordinario de lo que ha sido el arte en el siglo XX, un catálogo completo de escultores y pintores. Otra cosa del nuevo centro que nos llamó poderosamente la atención fue la inclusión de esculturas en los exteriores del museo, una idea muy acertada en cuanto aproxima el arte al pueblo.

-Usted ha promovido las proyecciones de cine mudo con música. ¿Cuando podremos los mallorquines disfrutar de una sesión de la orquesta Octuor con pantalla?
-Al ver el Museu Es Baluard he pensado que sería un estupendo sitio para realizar una de estas sesiones. Proyectamos «El hombre que ríe», un film mudo de 1923, restaurado por la Universidad de Boloña. Es una historia fascinante, basada en la novela de Víctor Hugo. Se ha proyectado en distintos lugares de Europa, con un gran éxito: Italia, Nueva York, Washington, etc... Espero que el próximo año podamos hacer una representación. Sería muy interesante. Hay que dar a conocer a la juventud ese patrimonio cultural que son las películas antiguas. No pueden perderse.

-La orquesta Octuor apoyó el estreno de «La enamorada», la obra magna del compositor Tomeu Poquet, tristemente fallecido hace poco.
-Tomeu fue una gran persona y su obra estaba llena de sensibilidad. Su estreno en París constituyó un gran éxito. Con Poquet dejamos un proyecto inacabado. Tenemos un gran molino de agua en Francia. Hay un jardín muy especial en forma de reloj, con un obelisco cuya sombra marca las horas. Poquet pensó en una composición de orquesta para el lugar, pero lamentablemente no la pudo finalizar. En Mallorca la orquesta Octuor ha actuado varias veces: en el Palau March, en el Castell de Bellver, Son Marroig y otros sitios. Fue una experiencia muy interesante.