El Museu Diocesà se abre al mar con la recuperación de un arco
gótico del siglo XIV. La ponencia técnica de Patrimoni Històric del
CIM aprobó ayer unanimidad la modificación del proyecto del centro.
Con la reapertura de este elemento se recupera casi la totalidad de
la construcción primigenia del Palau Episcopal.
El delegado diocesana de Patrimoni, Pere Joan Llabrés, explicó
que la recuperación del arco «hará que el museo gane mucho porque,
entre otros aspectos, se trata de un arco muy decorativa que
ofrecerá a los visitantes una visión fabulosa de la bahía». El arco
se sitúa en el primer piso del museo. Será, conjuntamente con un
ventanal ornamentado en hierro forjado por Gaudí, el último
elemento que los visitantes podrán observar en su recorrido por
esta planta.
El Palau Episcopal, que acoge el museo, se empezó a construir en
el siglo XIII. La planta baja y el piso superior mantienen
importantes vestigios góticos, pero el resto de elementos de este
periodo han ido desapareciendo con las múltiples reformas del
palacio. Ahora, con la remodelación y ampliación del museo, que
cuadruplica la superficie expositiva, prácticamente todo el gótico
quedará al descubierto.
En estos momento se está trabajando en la recuperación de la
fachada marítima, que acoge algunas intervenciones de Gaudí como el
ventanal, elementos de un mirador y una escalera interior, hasta
ahora cerrada y que se recuperará. Los trabajos de consolidación y
ampliación del museo iniciados en 2002 continúan «a buen ritmo» y
finalizarán este verano.
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