El Museu de Mallorca inicia un proyecto de accesibilidad a sus dependencias.

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Adscribiéndose al reto social del siglo XXI de accesibilidad a infraestructuras y eliminación de barreras arquitectónicas, especialmente en los edificios de titularidad pública, el Museu de Mallorca ha iniciado esta semana una amplia reforma en su sede de la calle Portella tras recibir el beneplácito de las comisiones de Patrimoni Històric del Consell Insular de Mallorca y del Centre Històric de Cort. El plan de ejecución, redactado en septiembre 2003 por Jaume Mayans, arquitecto de la dirección general de Arquitectura y Habitatge del Govern, y que ahora ha sido adjudicado a la empresa Llabres i Feliu, tendrá una duración aproximada de cinco meses y cuenta con un presupuesto de 285.057,15 euros.

Un nuevo ascensor y la adecuación del existente, la inclusión de dos montaescaleras y dos plataformas elevadoras, la suavización de rampas, desniveles y escalones aislados, así como la creación de dos nuevos baños adecuados para discapacitados son algunas de las actuaciones que afectarán a 375,83 metros cuadrados de los 5.596 que constituyen el palacio barroco. Asimismo, también se confeccionará un itinerario alternativo y ordenado por las seis salas que constituyen el recorrido principal del museo, según explicó ayer Mayans, que ha tenido que enfrentarse a una construcción diseñada como vivienda y no como museo, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), que fue el palacio de los condes de Aiamans, conocido como Ca la Gran Cristiana.

La directora general de Cultura del Govern, Catalina Sureda, tildó esta actuación de «proyecto de absoluta necesidad» y afirmó que «el centro permanecerá abierto ininterrumpidamente para causar las mínimas molestias a sus usuarios, por lo que las obras se irán desarrollando por partes». De manera paralela al proyecto de modernización de las dependencias del museu, su directora, Joana Maria Palou, recordó, que la planta superior del centro acoge desde marzo un improvisado taller de restauración de Bellas Artes, donde un equipo de expertos trabaja en la recuperación de 27 de les piezas que integren el tesoro gótico del centro, una campaña de intervención que se desarrollará hasta el próximo mes de agosto.