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El Centro Cultural Contemporani Pelaires apuesta por pesos pesados del arte italiano del pasado siglo para su exposición de verano, que se inaugura esta tarde. El título escogido para la muestra es «La forma restituida. Arte italiano de fin de milenio», y está integrada por una selección de obras firmadas por los artistas más carismáticos de movimientos como el povera o la transvanguardia que caracterizaron la producción de los años ochenta.

Domenicho Bianchi, Alighiero Boetti, Jannis Kounellis, Mario Merz, Marisa Merz, Giulio Paolini, Mimmo Paladino, Claudio Parmiggiani, Michelangelo Pistoletto y Gilberto Zorio son los nombres de esta exposición que ha sido coordinada por Federico Pinya y el crítico e historiador del arte Marco Meneguzzo, autor también del texto del catálogo. Las obras pertenecen a coleccionistas, galerías de arte y a los propios artistas y aunque hay mucha presencia de arte de los ochenta, la datación de las mismas comienza en los sesenta con una pieza de Boetti, quien para las generaciones posteriores a él significó lo mismo que Lucio Fontana en su tiempo, según Marco Meneguzzo, quien apuntó que los creadores que conforman la exposición «son representativos del arte italiano, pero no sólo por sus obras concretas, sino también culturalmente».

Meneguzzo, que en el catálogo escribe que esta muestra representa una manera italiana de hacer arte, abundó ayer en esta idea al señalar que aunque los movimientos povera y transvanguardia mantuvieron una confrontación «hay una idea italiana en todos ellos, idea de la búsqueda de una forma de ver el mundo, ser capaz de reducirlo a una unidad de representarlo». Tanto unos como otros crearon lenguajes nuevos sin renunciar al pasado.