La atalaya de Albercuix acogió en la noche del sábado la segunda
edición de «Albercuix Art d'Acció», una cita que pretende dar a
conocer la obra de artistas emergentes, además de utilizar un
espacio utópico fuera de los circuitos artísticos
convencionales.
Los antiguos cuarteles militaros del enclave fueron ocupados por
una treintena de artistas visuales y plásticos, músicos, actores y
otros creadores. Según los organizadores, la cita busca «que los
artistas se comuniquen con el público a través de sus diferentes
lenguajes, que lleven su mensaje al igual que las atalayas
comunicaban al pueblo cuando había peligro». A las siete de la
tarde comenzaba la muestra bajo el lema «Senyals». Un autobús subía
a los visitantes desde Formentor hasta la atalaya.
Lo primero que se encontraba el público era la zona «Disfrutart»
y dos espacios expositivos en los que se mostraban piezas de Joan
Oliver, Mateu Kanari, Eva Plasencia, Grup Es Torrent o Miquel
Fuster. En la zona Fluxus, piezas de Toni Font o Lluis Caldés. Las
actuaciones empezaron con el monólogo de Jordi Palau. Después hubo
un desfile de moda con prendas de Maria Trepat, orfebrería de
Enmanuela Deyanova y calzado de Dospeus.
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