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EUROPA PRESS|PALMA

La Fundación Pilar i Joan Miró acoge a partir de mañana la exposición «Traç», una nueva propuesta de Mónica Fuster que parte de una serie de dibujos liberados del papel y transformados en imágenes fugaces y esculturas en movimiento.

La exposición comienza en el estanque situado juanto al hall de la Fundación, donde la artista presenta una pieza tridimensional de doce metros de diámetro que está formada por 174 prismas reflectores de diferentes tamaños, que partiendo del estudio de una estructura de cristal durante el día recorre la luz solar y por la noche la luz artificial instalada debajo del agua que ha diseñado el especialista en iluminación Xavier Valls.

En el Espai Zero la artista explora las formas ilusorias, donde presenta una instalación en la que manipula la luz encima de planchas de metacrilato, que intervenida con dibujos de forma sincronizada crea un juego de sombras y apariencias que el espectador contemplará desde un único punto. En el Espai Cúbic se muestran diversas películas de animación proyectadas directamente y de forma sincronizada sobre la pared, cuyo lenguaje presenta un diálogo de sombras, tanto de los dibujos como de las planchas, ambientado con la composición sonora de Pedro Tous.

La obra plástica de Fuster es multidisciplinar, y paralelamente la exposición se integra en la muestra del proyecto gráfico titulado «Et deixa ser feliç l'animal que dus dintre», que es una edición de grabados en los que se utiliza las mismas planchas del Espai Zero.