Erwin Bechtold posa en Es Baluard ante uno de sus lienzos más recientes, «Geteiltes Winkelbild» (2003).

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Es Baluard Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma presenta en su Planta -1 la exposición «Bechtold 80. Inicio y obra reciente», organizada con motivo del 80 aniversario de Erwin Bechtold, artista alemán que reside en Ibiza desde 1958 y que «se ha convertido en una referencia ineludible para contar la historia del arte en las Balears», en palabras de Marie-Claire Uberquoi, directora del museo. La inauguración, que tendrá lugar hoy a las 20.00 horas, incluirá una intervención en el Aljub por parte de Bechtold. Titulado «Destrucció-construcció», el montaje cuenta con una composición musical realizada ex profeso por Josep M. Mestres Quadreny, que ya ha colaborado con artistas como Antoni Tàpies y Joan Brossa.

La muestra -que permanecerá abierta al público hasta el 8 de enero de 2006- reúne 74 obras, entre telas, obras sobre papel y obra gráfica, que pertenecen a dos períodos: 1957-1961 y 1998-2004. Así, «la comparación de sus obras primerizas con sus cuadros más recientes permite ofrecer una nueva perspectiva sobre su creación y observar su afán de ordenar el espacio pictórico y, a la vez, su deseo de romper esta perfección para dotar a la composición de un aura, de un misterio», según explicó Uberquoi, comisaria de la exposición junto al propio artista. A este respecto, Bechtold afirmó ayer en rueda de prensa: «A primera vista, no es fácil descubrir mi pintura. Es necesario que el espectador haga un esfuerzo. Creo que eso es la vanguardia hoy en día: la necesidad de ver las cosas y observarlas, para después meditarlas».

Las obras que a partir de hoy se muestran en Es Baluard proceden de los propios fondos del artista y de numerosas colecciones públicas y privadas de Alemania, Barcelona, Palma e Eivissa. Sobre esta selección, Uberquoi añadió que «intenta poner de manifiesto la coherencia del artista alemán que, si en sus obras primerizas se decantó por el informalismo, dejaba ya constancia en casi todas ellas de algunos de sus planteamientos más personales. Su interés por el fluir de la materia sobre la tela y por el carácter espontáneo del gesto no puede desligarse de su deseo de controlar la composición del cuadro, lejos de la improvisación y del azar».

Erwin Bechtold, que ayer se mostró muy «agradecido» por «esta exposición en la que he podido constatar un vocabulario permanente en toda mi trayectoria artística, así como su evolución», dedicó también unas palabras a Es Baluard, al que definió como «una joya dentro de Palma que, aunque llega tarde, por fin existe» y agregó que se trata de «un museo extraordinario gracias especialmente a la colección que alberga».