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AGENCIAS|LONDRES

El dramaturgo británico Harold Pinter, de 75 años, obtuvo ayer el Premio Nobel de Literatura 2005, según informó la Academia Sueca, cuyo secretario, Horace Engdahl, declaró que su obra «descubre el precipicio que subyace tras los balbuceos cotidianos e irrumpe en los cuartos cerrados de la opresión».

Pinter es el «máximo exponente del teatro dramático británico de la segunda mitad del siglo XX», prosiguió Engdahl. La concesión del Nobel incluye un premio en metálico de 1,3 millones de dólares.

«He escrito obras teatrales durante 50 años y estoy también bastante comprometido políticamente. No estoy nada seguro de en qué medida ha tenido algo que ver ese hecho para que consiguiera el premio», declaró ayer Pinter. «Estoy tan profundamente comprometido con el arte como con la política, y a veces ambos se encuentran y otras veces no lo hacen. Se está volviendo todo muy interesante».

Considerado el dramaturgo vivo más importante de Reino Unido, es conocido por sus ideas izquierdistas y por sus críticas al primer ministro, Tony Blair, y al Gobierno de Estados Unidos por su política belicista. En una ocasión llegó a calificar a Blair de «criminal de guerra» por su papel en la guerra en Irak.

Pinter se crió en un barrio de Londres de familias obreras y trabajadores inmigrantes, experiencia que se refleja en muchas de sus obras. Hijo de un sastre judío, sufrió en sus carnes el antisemitismo, lo cual, según sus propias declaraciones, influyó en su decisión de dedicarse al teatro. En 1949 se negó a servir al Ejército, tras lo cual ingresó, con una beca, en la Royal Academy of Dramatic Art.