El '¡Ping! Brussels-Mallor-ca' nació el año pasado sin hacer
casi ruido. Poco público pero la cita fue entrañable. Más que un
festival al uso, Ping! es una casa de colonias dirigida a jóvenes
artistas que juegan con las nuevas tecnologías. La segunda edición
llega para saldar cuentas. Su baza: más participación local.
Conciertos a cargo de Valentín de Moreda junto a Paz Juan e
Invaders y el nuevo proyecto de dos de los popes de la electrónica
mallorquina, Biyi y Pedro Trotz. Así que sólo quedaba ver si el
público se animaría. Unas cien personas lo hicieron. El ambiente
familiar se mantuvo.
La inauguración del '¡Ping!' supuso la primera toma de contacto
con una grupo de artistas que si coincidían en algo era en la
búsqueda de nuevas formas, la interacción con el público y la
utilización de las nuevas herramientas. Quizás los trabajos más
convencional era la exposición «Desnudos solarizados» de Alain
Nino, basada en fotografías del cuerpo femenino sobresaturadas de
luz hasta conseguir un efecto irreal. El resto de propuestas
jugaban entre la exposición al uso, la performance y la
instalación. Los hermanos Van der Avoort jugaban con la ópera, la
pintura y las posibilidades de la tecnología, en la
recontextualización de «Affetti», combinando imágenes de pinturas
del barroco con secuencias de películas actuales con un resultado
fascinante.
Por su parte Daniel Lehman presentaba «En Temps Normal», una
exposición en progreso. Pero los dos trabajos más interesantes
vinieron de la mano de Yacine Sebti y Pascal Baes et Ai Suzuki.
«Jump», de la primera, utilizaba cámaras de vídeo para convertir al
visitante en el objeto de la exposición, ofreciéndole la
posibilidad de interactuar de forma bastante divertida. Por su
lado, Baes y Suzuki protagonizaron algunos de los momentos más
estremecedores con su combinación de danza y arte visual.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.