Imagen de la cantera romana de sa Calatrava, que amplía el radio de la ciudad romana.

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P.GIMÉNEZ/M.DÍAZ

El Ajuntament de Palma ya cuenta con el equipo para poner en marcha la elaboración de la Carta de Riesgo Arqueológico del casco histórico. Dos arqueólogas contratadas por Cort, Francisca Torres y Maria Llinás, trabajarán con la técnica municipal Magdalena Riera en la investigación que permitirá conocer los elementos patrimoniales que, según las fuentes históricas y las excavaciones ya hechas, quedan en el subsuelo de Palma. Todo ello sin descartar las posibles sorpresas que en materia arqueológica pueda deparar el futuro.

Rogelio Araújo, concejal de Cultura de Cort, confirmó ayer que se ha dispuesto una partida de 12.000 euros para este trabajo, que comenzará en breve. Magdalena Riera, arqueóloga municipal, explicó que la Carta de Riesgo Arqueológico es «un documento consultivo que recoge una visión general sobre las previsiones del subsuelo de la ciudad». Se trata de una información sobre plano en la que se recogerá lo excavado, lo que falta por excavar y aquellos edificios que pueden ser derrumbados, comentó Riera.

«Una vez que tengamos la situación del subsuelo también se plasmarán sobre plano aquellas zonas arqueológicas de las que tenemos conocimiento qué elementos podemos encontrar», lo que los arqueólogos llaman «calidad de suelo». Esta investigación arqueológica, añade Riera, «servirá para prever las incidencias sobre obra que tenga cada caso y la posibilidad de intervenir a nivel científico o de conocimiento de la ciudad», es decir, si se hacen excavaciones que no tengan que ver con las construcciones urbanísticas u obras viarias. También los promotores que quieran construir en el casco antiguo sabrán, una vez finalizado este documento, con qué se pueden encontrar.