Nadie comprende aún que los restos se hayan conservado durante
3.000 años, con el clima benigno de Menorca. «No tenemos nada claro
cómo se ha podido conservar todo esto, nos los estamos preguntando
pero aún no lo sabemos», aseguró Maria Àngels Petit. La profesora
de prehistoria de la Universitat de Barcelona expuso que «una causa
pudo ser el microclima en la Cova des Pas, aunque quizás los
sudarios que cubrían a los cadáveres encontrados contenían alguna
sustancia química que haya protegido a los cuerpos a los largo de
los siglos». Se han identificado ya 23 individuos en la cueva y se
cree que, en total, serán unos cincuenta. Durante los dos últimos
meses, se han encontrado fragmentos de tejido cerebral y pulmonar,
insectos necrófagos, masa muscular pegada a los huesos y restos
fecales.
El catedrático de Prehistoria de la Universitat de Barcelona,
Josep Maria Fullola, destacó «la importancia para Menorca y para la
ciencia del proyecto», y aseguró que «supera el alcance de las
fronteras naturales de Menorca y Balears». El profesor destacó «la
conciencia cívica y patrimonial de Pere Arnau, Josep Riera y Mónica
Zubillaga, los espeleólogos que encontraron la cueva». Fullola
desveló que «se han encontrado tejidos blandos humanos, como
músculos, tejidos pulmonares, masa cerebral y restos fecales, que
permitirán deducir datos de tipo arqueológico y biológico». Y
«conoceremos estructuras de parentesco de los individuos
encontrados, sus costumbres funerarias, la jerarquía interna y
aspectos culturales». «Los cuerpos encontrados son de constitución
robusta». Víctor Guerrero, profesor de prehistoria en la
Universitat de les Illes Balears, dijo sobre los humanos de la Cova
des Pas que «eran agricultores de cultivos como el trigo o la
cebada, recolectaban ciertos productos vegetales con propiedades
dietéticas y medicinales, trabajaban con la madera de forma
extraordinaria y eran especialistas en metalurgia». Guerrero añadió
que «hay muchas cuevas como ésta, pero no intactas», y certificó
que «la suerte fue que los espeleólogos no entraran, ni destruyeran
ninguna prueba». Y dijo que los cuerpos «están envueltos en una
especie de sudarios de piel bovina y atados con cuerdas». Por su
parte, Manel Calvo, profesor de prehistoria en la UIB, manifestó
que «nos movemos en un momento de cambio entre la cultura
pretalayótica y la talayótica».
La Cova des Pas tiene unos cuatro metros de diámetro y un
pequeño pasillo de entrada. El hallazgo desvela que se trataba de
un lugar funerario. Las investigaciones más recientes han
encontrado a algunos de los individuos sobre camillas de madera, la
mayoría en posición fetal y, en algunos casos, con las manos en la
cabeza. Una de las múltiples curiosidades es una trenza con un
ornamento de estaño, que probablemente procedería de la vertiente
atlántica y que debía ser un elemento de prestigio. Otro aspecto
importante es la posibilidad de investigar sobre la alimentación de
la gente.
Según Núria Armentano, de la Unidad Antropológica de la
Universitat Autònoma de Barcelona, «a partir de los excrementos y
del desgaste dental podremos contrastar resultados cruzados sobre
la dieta utilizada».
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